Condolencias del episcopado por fallecimiento del obispo Tomás González Morales

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El presidente de la Conferencia Episcopal de Chile envió una carta de condolencias a la familia, a la diócesis de Punta Arenas, la Congregación Salesiana y las comunidades donde el pastor sirvió apostólicamente.

Tras conocerse el sensible fallecimiento del obispo emérito de Punta Arenas, Mons. Tomás González SDB, el cardenal Arzobispo de Santiago, Celestino Aós Braco -presidente de la Conferencia Episcopal de Chile- envió una nota en nombre del Comité Permanente, expresando sentimientos de condolencias, cercanía y oración.

“Junto a nuestro sentimiento de pesar por su partida, luego de días de penosa enfermedad, nos mueve una inmensa gratitud, tanto por su consagración y servicio en su Congregación, como por su fecundo ministerio en la Iglesia Chilena. Sus casi 32 años como obispo en la Iglesia de Magallanes han dejado una honda huella y, con razón, se le llamaba y se le recuerda como “padre Obispo”. Sus vínculos con la Conferencia Episcopal fueron siempre muy vivos, cumpliendo diversos encargos pastorales, y teniendo una destacada participación en la III Conferencia general del episcopado Latinoamericano en Puebla, en 1979, así como en el Sínodo de Obispos de 1983, en Roma, relevó el cardenal Aós.

En la misiva, el arzobispo recordó también: “ ´Que sean uno´ fue su lema episcopal, que trató de vivir aun en tiempos complejos para el país, lo que se reflejó en su especial preocupación en la defensa y promoción de los derechos humanos, la realidad de los migrantes, refugiados y exiliados. Dicho servicio fue reconocido por la sociedad civil con distinciones como la Medalla Bicentenario, entregada por el Senado de la República en 2011, o el Homenaje en 2009 por su contribución en las gestiones de paz en el conflicto entre Chile y Argentina de 1978”.

Finalmente, el pastor expresó a los integrantes de su familia “nuestra cercanía confiados en el Señor de la Vida, fuente de esperanza. También nos unimos en oración a sus hermanos de Congregación y a las comunidades que le conocieron y donde sirvió, agregando que, por la intercesión de la Santísima Virgen María, en su advocación de María auxiliadora, “lo encomendamos al Padre de misericordia y pedimos consuelo para su familia y todos quienes lamentan su fallecimiento. Paz y bien”.

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Fuente: Comunicaciones Cech
 

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