Acompañar a los jóvenes para que no se sientan aislados en el mundo

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P. Claudio Cartes evalúa los avances y desafíos de la misión salesiana en nuestro país luego de seis años como delegado inspectorial de Pastoral Juvenil.

Se han cumplido seis años desde que el P. Claudio Cartes (37) iniciara la animación del área de Pastoral Juvenil como delegado de nuestra Inspectoría, tiempo de intenso y fructífero trabajo para la misión salesiana en Chile. Un ciclo que pronto llegará a su fin, pues desde 2021 comenzará una nueva etapa en su servicio como salesiano de Don Bosco, esta vez como director de la obra salesiana de Concepción.

Al cabo de estos años de animación de la Pastoral, destaca el fortalecimiento de la mentalidad en torno al trabajo en equipo, los pasos cualificados en términos de proyectos y una mayor toma de conciencia por parte de las obras salesianas del país del modelo educativo evangelizador afianzado en el cuadro de referencia de la congregación. Su gestión, además, será recordada por su sabia guía en un periodo intenso de crisis para nuestra sociedad.

Desafíos instalados

Han pasado nueve meses desde que se suspendieron las clases presenciales en nuestro país, y durante todo este tiempo las obras salesianas han llevado adelante el trabajo educativo pastoral de manera online, esfuerzo en medio de este tiempo de pandemia que evalúa positivamente.

“Al principio hubo una situación de extrañeza, pero enseguida nació un anhelo y esfuerzo de la Inspectoría por responder a esa necesidad emergente e imprevista. Se activaron mecanismos de colaboración, trabajo solidario y en red digital en las obras locales con plataformas de servicio social, comedores solidarios, etc. Los que son necesarios de seguir fortaleciendo y cultivando”, expresa.

Considera que uno de los desafíos permanentes que debe afrontar el área de Pastoral Juvenil es el “cuidado de cuidadores”, es decir, el cuidado de agentes educativos pastorales, personas que hacen de puente, que tienen responsabilidades de animación y cuidan de otros. Además de potenciar un trabajo comunitario o sinodal en las comunidades educativas salesianas, en las que los jóvenes tengan un mayor protagonismo.

Los jóvenes y el futuro

Su labor de delegado lo llevó a tener una gran cercanía con los jóvenes, ayudándole a conocer sus preocupaciones y deseos. Para él, la juventud chilena se preocupa constantemente por su futuro estudiantil, laboral, profesional y vocacional, lo que, considera, “es una preocupación normal, pues los jóvenes tienen más futuro que pasado”.

A esto se suma, además, la necesidad de adquirir las herramientas para enfrentar dicho futuro, que está complejizado con la situación actual. Sobre esto, para el P. Claudio hay algo más de fondo, que tiene que ver con lo que depara la sociedad. “¿Hacia dónde va la humanidad?, es una pregunta muy grande, pero está latiendo en la preocupación de los jóvenes. Esto les genera angustia, temor. Como congregación debemos colaborar para que en esas preocupaciones de fondo los jóvenes no se sientan aislados en el mundo. Debemos generar instancias de diálogo, comunicación, reflexión y cercanía. Acompañando a los jóvenes en las preocupaciones vitales que están asociadas a la existencia humana”, expresa.

Asimismo, invita a los jóvenes “a abrirse a la esperanza de que la historia no es absolutamente incierta. El futuro está guiado y orientado desde nuestra perspectiva de fe por una gran esperanza que nos abre Dios. Cuando uno tiene una esperanza por la que luchar y entregar sus dones, te abre inmediatamente a un compromiso con la familia, barrio, ciudad y con el país”.

Por Karina Velarde, periodista

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