Editorial 192

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Querida Familia Salesiana:

Llego a ustedes con mi saludo y deseos de bien, en este año de gracia de Dios que nos invita, en palabras del Rector Mayor, a ser familia. Esta revista que leemos pretende ayudarnos a sentirnos una gran familia, que tiene múltiples rostros y expresiones a lo largo de Chile y del mundo.

En esta ocasión quisiera subrayar de esta edición lo que ha significado el cierre de las celebraciones del centenario de la muerte de Mons. José Fagnano. La presencia del Rector Mayor en la zona austral, junto a las expresiones artísticas, litúrgicas, culturales y juveniles, han permitido destacar la grandiosa figura de este salesiano tan benemérito en la historia de la Inspectoría y, sobre todo, de la Región de Magallanes. Ha sido una linda ocasión para reconocer todo el bien que ha hecho Dios a través de este sacerdote aguerrido, sacrificado, misionero, tesonero y osado para esos tiempos. Hemos pedido a Dios que sigamos en esa senda misionera y con el mismo vigor de Monseñor Fagnano.

En la misma línea de reconocer nuestro pasado para iluminar y fortalecer nuestro presente, continuamos profundizando en la historia de la presencia salesiana en nuestro país a través de la figura del primer salesiano chileno: el P. Camilo Ortúzar Montt, quien conoció a Don Bosco, se quedó con él para siempre y aportó con su pluma de escritor en la misión que se le encomendó. Ha sido una figura extraordinaria por su calidad humana, intelectual y espiritual. De ser capellán militar en plena Guerra del Pacífico, de llegar a tener el título de “monseñor”, a conocer a nuestro querido Padre y Maestro, renunció a todo y aceptó la oferta de Don Bosco: “Pan, trabajo y Paraíso”.

Un grupo de la Familia Salesiana, las Voluntarias de Don Bosco, están celebrando el centenario de su fundación. Hace 100 años, el beato Felipe Rinaldi, tercer sucesor de Don Bosco, materializaba la intuición espiritual que tenía en su corazón: tener un instituto secular que, inserto en las contingencias del mundo y con la reserva de la identidad, poder vivir el carisma salesiano y anunciar la Buena Noticia del Evangelio como laicas consagradas. Este instituto está en Chile, acompañando la misión salesiana desde su realidad secular, dando el testimonio de mujeres consagradas en el mundo.

Nuestra Iglesia de Santiago ha convocado a realizar un Sínodo de los jóvenes, en preparación al sínodo de obispos del próximo año. Nuestra Inspectoría se siente interpelada con esta iniciativa y queremos participar de ella, aportando con la presencia de un hermano salesiano en la comisión diocesana, como, asimismo, de las reuniones y asambleas que sean necesarias. La Pastoral Juvenil Inspectorial se encargará de hacernos presentes las fichas de reflexión, coordinando instancias de reflexión nacional para dar aportes a lo que se nos pida. Los jóvenes están en nuestro corazón pastoral y a ellos queremos servir cada vez con más osadía. Para eso, necesitamos estar al día en sus necesidades, en sus intereses y desafíos. Los patios digitales y otras instancias de encuentros nos ayudan a escucharlos y conocerlos mejor, pero necesitamos leer esto a la luz del Evangelio y del magisterio de la Iglesia. Espero, sinceramente, que nos destaquemos por nuestros aportes.

Queridos amigos y hermanos de la Familia Salesiana, les abrazo y bendigo de corazón, y que nuestro año educativo-pastoral pueda seguir avanzando con éxito.

Con afecto, P. Alberto Lorenzelli Rossi, Inspector.

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