¿Quería CUMBIA Casera?

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Es la reina indiscutible de todas las fiestas. Su ritmo contagia sin distinción de género o clase social. Es causa de bailes espontáneos en grandes y chicos. Así es, señoras y señores, su majestad la cumbia.

Bajando desde Colombia hasta nuestras tierras, la nueva cumbia chilena -también llamada cumbia chilombiana- se ha empapado del pulso de la calle generando un vínculo con el público, parecido a una fraternidad.

Comunidades de fans siguen a todos lados a quienes representan este movimiento musical, portando poleras, paraguas, lienzos y banderas con los símbolos del grupo, a la usanza de las barras futboleras.

La nueva cumbia chilena nace por un interés en desarrollar una identidad urbana propia. En esa búsqueda se mezcla con varios estilos como el rock, el hip hop y una gran cantidad de géneros latinos como la música andina, la salsa, el son, el reggae, los boleros, el ska y la música afrolatina.

Se nutre también de las bandas musicales de La Tirana (fiesta religiosa del Norte de Chile), la música gitana o, incluso, del folclor de los Balcanes como el Klezmer, género musical que desarrolla melodías de baile para bodas y otras celebraciones.
La cumbia se ha transformado, por lejos, en el ritmo más convocante de la escena local y ha llenado el lugar que el rock ocupaba hasta hace algunos años con bandas rockeras como Los Bunkers, y otras cuyo público se ha hecho más adulto, como Sinergia y Chancho en Piedra.

En el circuito nacional, los conjuntos tropicales son, prácticamente, los únicos capaces de repletar recintos masivos de espectáculos en Santiago como el Caupolicán, Movistar Arena y Club Hípico, y locales como el ya cerrado Galpón Víctor Jara. También son protagonistas en los lugares dedicados a la bohemia capitalina como la Fonda Permanente, la peña del Nano Parra, Bar Las Tejas, Restaurant Costa Azul y la discoteca Kmasú.

Su raíz fundamental se basa en la tradición de las bandas de cumbia de Chile como Orquesta Huambaly, Giolito y su Combo, Orquesta Cubanacán, Los Viking 5, Sonora Palacios y Sonora de Tommy Rey, pero reformulados para un público joven, principalmente de clase media y con conciencia crítica de la sociedad actual.

En el otro lado de la vereda está la Cumbia Romántica o la también conocida como Nueva Movida Tropical Chilena, mucho más comercial y estandarizada, cuyos principales exponentes son La Noche, Américo y Noche de Brujas, de amplia difusión en los medios.

La Nueva Cumbia ha crecido de forma paralela y en retroalimentación con la Cumbia Villera en Argentina, la Chicha en Perú y las nuevas tendencias asociadas a la cumbia a lo largo de todo Latinoamérica.

Sus principales exponentes en Chile son Chico Trujillo, Juana Fe, Banda Conmoción, Villa Cariño, Santa Feria, Guachupé, Tomo Como Rey, Sonora 5 Estrellas, La Moral Distraída y La Combo Tortuga, estos últimos ganadores del reciente premio Pulsar al Artista del año. Sus temas están entre los más escuchados de Spotify Chile, y su camino es similar al de tantas otras bandas emergentes que, de manera independiente y autogestionada, buscan mostrar su música.

La fortaleza de sus letras radica en una cuna común y corriente, sin mayor pompa, con músicos autodidactas adscritos a la autogestión. Aquí no hay marcas, ni productores imponiendo una tendencia.

Sus canciones suenan en todo Chile, de norte a sur, y, en algunos casos, han traspasado las fronteras, haciendo bailar a todo Latinoamérica, Estados Unidos y Europa.

Por Felipe “Lana” Valdés, Comunicador Audiovisual

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