Declaración de Misión Mapuche de la Compañía de Jesús

unto al dolor de la familia Luchsinger-Mackay, los jesuitas rechazan la violencia y reafirman su llamado al diálogo y a evitar criminalizar a todo el pueblo mapuche.

El siguiente es el texto completo de la declaración:

“Desde Tirúa, los jesuitas y colaboradores que caminamos en solidaridad junto a las comunidades mapuche volvemos a manifestar nuestro total rechazo a la violencia y reafirmamos nuestra vocación de diálogo y de paz.

Nos hacemos parte del dolor de la familia Luchsinger-Mackay de Vilcun. Muchas familias mapuche y no mapuche han sufrido la muerte de sus seres queridos en el contexto de este conflicto en los últimos años. Reiteramos nuestro llamado al diálogo y la reparación histórica como único camino que establecerá una paz duradera. Pedimos celeridad y claridad en la búsqueda de los responsables de este cruel atentado evitando criminalizar a todo un pueblo. Así también pedimos que el Estado de Chile demuestre el mismo rigor y la misma fuerza en la condena de toda violencia y de todo asesinato en Arauco y en Araucanía.

Nosotros hemos expresado en diversas ocasiones nuestra solidaridad con las justas demandas del pueblo mapuche. Nuestros obispos lo han expresado de igual forma en su última carta pastoral. Hemos repetido una y otra vez que mientras no se atiendan las raíces históricas de dicha demanda no encontraremos caminos de justicia que aseguren la paz. Vemos con preocupación que los caminos para una solución a los orígenes históricos de este conflicto son el gran ausente del debate acrecentando el dolor de quienes esperan hace muchos años.

Condenamos nuevamente el uso de violencia y el atentado a la vida de las personas. La demanda mapuche no puede ni debe confundirse con violencia contra personas y menos con muerte. Es una demanda de vida para su pueblo y para todos.

Consideramos que la persecución policial, el uso de ley antiterrorista y la judicialización del conflicto no son las herramientas para una solución de raíz. Quienes por otra parte han desestimado el diálogo y atacado con violencia le hacen un daño muy grande a la histórica y justa demanda de reparación del pueblo mapuche. La violencia sólo conduce a más violencia. La justicia, el diálogo y el respeto a los derechos humanos de todos es el camino para reconciliar la tierra herida y las relaciones rotas”.

Firma la nota Carlos Bresciani, sj, encargado de la Misión Mapuche de la Compañía de Jesús.

Fuente: Prensa CECh

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