¿Cómo funcionan las vacunas que se aplicarán en Chile?

Si no quiere vacunarse por miedo, lo invitamos a leer este artículo. Si no nos vacunamos todos y logramos una inmunización de rebaño, otros se pondrán en riesgo. En este artículo hablaremos de un tema archidifundido, tal vez agotador: la vacuna contra el Covid-19. Sin embargo, es justamente por este exceso de información que creemos propicio darle luces a usted, lector o lectora, sobre cómo realmente funcionan y así evitar que se reste a usarla por miedo.

¿Sabía usted que jóvenes de reconocida santidad salesiana y temprana muerte como Miguel Magone, Domingo Savio, Laura Vicuña y Ceferino Namuncurá carecieron precisamente de una vacuna contra la tuberculosis? Una enfermedad que se llevó sus vidas y la de millones, pero que gracias a una inyección que reciben los niños desde 1949 en Chile, se observa cada vez menos en la población.

La vacunación es uno de los métodos que más impacto han tenido en el tratamiento de enfermedades contagiosas en la historia de la humanidad, permitiendo extender significativamente la proyección de vida. Pero aun con la contundencia de estos hechos y la gran expectativa por erradicar el Covid-19 para volver a la normalidad, a muchos les genera dudas por las noticias que han surgido a partir de los ensayos de las diferentes propuestas de los laboratorios.

Concentrémonos en las dos vacunas de las 205 candidatas que llegarán a Chile, de los laboratorios Sinovac y Pfizer. Ambas tienen el mismo objetivo, aumentar la inmunidad de nuestro organismo para defenderse del Sars-CoV 2 (virus que produce la enfermedad Covid-19), sin embargo, la estrategia que utilizan es bastante distinta.

Sinovac y el virus inactivo

La Pontificia Universidad Católica de Chile llevó a cabo el ensayo clínico de esta vacuna en nuestro país, la que ya está siendo inyectada en los grupos de riesgos según la planificación del gobierno. Esta ocupa un virus inactivado, es decir, uno que no tiene la capacidad de producir nuevas copias de sí mismo dentro de nuestras células. Lo más similar a un virus muerto.

Entonces, ¿cómo funciona? Al inyectar el virus, el cuerpo se enfrenta por primera vez a él, pero en su versión más débil, por lo que les será muy fácil a las células ganar la batalla, pero no la guerra. El organismo aprende de su enemigo y la próxima vez que ingrese al cuerpo lo reconocerá y tendrá herramientas contra él: anticuerpos y células encargadas de defensa.

Pfizer y el mensajero

La primera en aprobarse en Chile es la de Pfizer, que comenzó a ser inyectada en la primera línea contra esta enfermedad: los equipos de salud. A diferencia de otras, esta no utiliza el virus inactivado para entrenar al organismo, sino que entrega un mensaje con la información al cuerpo (ARN mensajero). Es como un espía que nos entrega datos genéticos del enemigo.

Pero hablamos de material genético y cientos de noticias suspicaces surgen. Sobre estas, el exalumno salesiano y doctor en biotecnología, quien ha dedicado sus últimos años al estudio de virus y creación de vacunas, Gonzalo Barriga, es enfático:

“Este trocito de genoma viral NO modifica en ADN humano. La estrategia es entregar este trocito de información al cuerpo, para que la maquinaria de la célula al leerlo fabrique la proteína de superficie del virus y el organismo cree o mejore su inmunidad”, expresa.

Doble dosis, doble lección

“Si bien el cuerpo aprende, como todo aprendizaje, muchas veces se necesita más de una lección”, nos señala el Dr. Barriga para explicar por qué son necesarias no una, sino dos dosis de la vacuna. Rememorando un poco su época en el Liceo Camilo Ortúzar Montt, señala que al igual que una clase extra refuerza un contenido, el organismo con dos dosis refuerza la inmunidad aprendida para defenderse del virus.

En general, señala que luego de 14 días desde la primera dosis el organismo ya debiese tener inmunidad, momento de la segunda dosis de Sinovac. En el caso de Pfizer, el día 21 se administra la dosis de refuerzo, obteniendo una buena protección contra el virus.

Si bien la vacunación es la mejor medida para visualizar el fin de esta emergencia sanitaria, el científico es cauto al señalar que no significa que la gente no se enfermará, “sino que habrá mucho menos enfermos y estos podrían tener una enfermedad más suave”.

¿Inmunización poblacional?

El Dr. Barriga señala que al ser administrada la vacuna a los equipos de salud, tercera edad y personas con comorbilidades (problemas respiratorios, cardíacos, diabetes u obesidad), “se pretende contar con un 85% de vacunados de todos estos grupos de riesgo, lo que disminuiría muchísimo la mortalidad”.

Otros grupos de la población tal vez deberán esperar hasta 2022, por lo que el académico recomienda hasta entonces mantener la distancia social, usar mascarilla y, sobre todo, nunca tocar la nariz, boca u ojos sin haberse lavado las manos antes. “Este es uno de los principales errores, porque por esas zonas entra el virus”.

Nadie niega que esta época ha sido difícil y que es agotador cuidarse tanto, pero hay que pensar que un descuido nuestro puede traer repercusiones en otros. Lo mismo sucederá con la vacunación. Si no nos vacunamos todos y logramos una inmunización de rebaño, otros se pondrán en riesgo. Por eso te pedimos que te vacunes por ti, por tu familia y por todos tus compañeros.

Por Lorena Jiménez, periodista

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