Luchando contra las dimensiones de la pobreza

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Hablar hoy de pobreza implica mucho más que los ingresos que las personas perciben. Las carencias que sufren, en diversas dimensiones, son observadas para implementar cambios que impacten a mediano y largo plazo: educación, salud, trabajo, seguridad social, vivienda y nivel de vida en general.

Un ejemplo para observar estos matices es la comuna de La Florida. Según la encuesta CASEN de 2015, un 3,1% de población es pobre, según ingresos, pero un 17% sufre pobreza multidimensional, por encima del promedio nacional.

Los ambientes de violencia que se viven en algunas poblaciones, y que provocan que los niños no puedan jugar al aire libre por miedo, o las diversas circunstancias que llevan a algunas familias a vivir en las calles, son algunas situaciones complejas a las cuales urge responder. Este reto ha sido asumido por la Fundación Don Bosco en sus proyectos Patio Punitaqui y Residencia Familiar.

Enriqueciendo el tiempo libre

Ian, Francesca, Damián y Dulce son algunos de los niños que después de un día de clases pasan su tiempo libre en Patio Punitaqui, presencia de la Fundación con varios años en la Villa Nuevo Amanecer, de la comuna de La Florida, y que funciona como oratorio permanente.

Un espacio protegido que abre sus puertas de lunes a viernes entre 16.00 y 21 horas y que este año habilitó una plaza de juegos para los más pequeños, además de contratar a un profesor que entrega reforzamiento escolar diario a los niños. Además de jugar, la idea es que puedan fortalecer su rendimiento escolar para aumentar sus oportunidades.

Desde julio el “Patio” sumó nueve talleres, que responden a lo solicitado por los niños, padres y vecinos, enfocándose en temáticas recreativas y formativas. Circo, jardinería y reciclaje; radio comunitaria, música, barbería, estética integral, manicure y entrenamiento físico son las actividades adicionales.

Laura Marabolí, directora de Patio Punitaqui, se siente feliz de estos avances y de tener la posibilidad de entregar a los niños un lugar protegido del contexto de la población, donde puedan recrearse, aprender cosas nuevas y estudiar.

“Necesitamos realizar el trabajo de Don Bosco en terreno y ser el patio con techo que los niños no tienen en sus casas. La comunidad cuida, quiere, respeta este espacio y nos responde con su participación”, expresó Marabolí.

Nueva oportunidad

Trabajar con familias en situación de calle para que logren integrarse nuevamente a la sociedad también es parte de las presencias de la fundación, como la Residencia de Familia “Cardenal Raúl Silva Henríquez”. Espacio que acoge a 10 adultos más 17 niños y niñas, que también se ubica en la comuna de La Florida y que amplió su propuesta con una profesora para dar apoyo escolar, y un psicólogo, para atender la salud mental de los residentes.

Además, se implementarán talleres y capacitaciones dirigidos especialmente a que los adultos aprendan un oficio o emprendimiento que los ayude a salir adelante. El primero comenzó en abril y aborda la impresión 3D, que cuenta con clases personalizadas proporcionadas por la empresa Ideo Maker. El segundo es una capacitación en repostería en las dependencias de INACAP, en la que participan dos madres. La tercera fase abordará instrucción en masoterapia y peluquería canina.

"Tenemos la posibilidad de intervenir de manera integral, en cada una de las necesidades y áreas en que se desarrollan las personas, por ejemplo, educación, salud mental y formación para el trabajo”, indicó Richard Avello, director de esta residencia.

Estas mejoras han sido un gran apoyo para que el trabajo realizado con las familias se lleve a cabo en un espacio digno, el que requiere aún de mayor compromiso por parte de socios y benefactores para seguir dando sostenibilidad, lo que potencia el desarrollo de cada uno de los participantes y su integración futura.

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