Acompañamiento personal salesiano: la palabra a las Inspectorías

De acuerdo con el proyecto de animación y gobierno del Rector Mayor y su Consejo programado para el sexenio 2008 – 2014, el Dicasterio para la Formación Salesiana envió en estos días a todas las Inspectorías un texto para su revisión en torno al tema del acompañamiento personal salesiano. Las Inspectorías podrán dar su aporte a la redacción final del texto “Criterios y Normas para el acompañamiento personal salesiano”.

El acompañamiento es una de las seis metodologías formativas fundamentales para los salesianos y se refiere tanto a la formación inicial como a la permanente. Esto es tratado en la Ratio Fundamentalis Institutionis et Studiorum (FSDB 258-267) de una manera esencial, y para ello era necesario su desarrollo aplicativo.

El proceso cumplido para redactar este trabajo comenzó hace dos años: en las comisiones regionales se hizo una consulta inicial; luego cada delegado envió al Dicasterio preguntas y sugerencias para que el Consejero General, don Francesco Cereda, y su equipo, prepararan un primer borrador, que fue enviado posteriormente a algunos expertos en salesianidad, espiritualidad, psicología, teología moral y derecho canónico. El texto que ahora se presenta a las Inspectorías es, por tanto, un segundo borrador, en el que se tuvieron en cuenta las diferentes observaciones de los especialistas.

Ahora los respectivos Delegados Inspectoriales de Formación, en colaboración con la Comisión Inspectorial para la Formación, los formadores e, incluso, los Inspectores, miembros del Consejo Inspectorial, tendrán hasta el 15 de noviembre de 2013 para avanzar en sus comentarios y sugerencias.

Después de esta fase, el texto llegará por lo tanto a la tercera versión del proyecto, que se presentará al Rector Mayor y al Consejo General.

El acompañamiento personal salesiano proviene de la misma acción pastoral de Don Bosco: “Merodeaba aquí y allá, se acercaba ahora a uno, luego a otro, y sin darse cuenta, les interrogaba para conocer la naturaleza y las necesidades. Hablaba en confianza al oído de esto y de aquello; se paraba a consolar o a alegrar con alguna broma la melancolía”, se lee en las Memorias Biográficas.

Publicado el 02/08/2013

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