Bendecido vitral del Beato Ceferino Namuncurá en Parroquia de Reñaca

El pasado 19, en la Parroquia Santa María de los Angeles con la presencia de Mons. Gonzalo Duarte, Obispo de Valparaíso, acompañado por el Padre Enrique Opaso Valdivieso, Párroco de Reñaca, y de Padre Pedro Nahuelcura Vargas, Director del Dpto. Movilidad Humana del Obispado de Valparaíso y con representantes de comunidades Indígenas Mapuches, Rapa Nui y de la Hermandad del Señor de los Milagros se celebró una Santa Misa donde fue Bendecido el Vitroux del beato Ceferino Namuncurá, Joven Mapuche que desde hoy tendrá en la Parroquia de Reñaca su vitroux junto a diversos Santos y Santas de la más diversas espiritualidades de la iglesia.

Ceferino Namuncurá (Nació en Chimpay, Río Negro, Argentina, 26 de agosto de 1886 – Muere en Roma, Italia, 11 de mayo de 19055) fue un joven salesiano aspirante al sacerdocio, de origen mapuche. Fue el sexto hijo de Rosario Burgos, una cautiva “huinca” chilena, y del cacique Manuel Namuncurá, un célebre líder nacido en territorio chileno, Lonquimay. Ceferino era también nieto del mapuche Calfucurá, famoso guerrero mapuche. El apellido «Namuncurá» (mapudungun, «pie de piedra»; namun, pie, y cura, piedra) significa «alguien firme, decidido».

En 1887, al año de edad, Ceferino se salvó de perecer ahogado en el Río Negro, mientras jugaba en sus orillas. Ese mismo año, el 24 de diciembre, en vísperas de Navidad fue bautizado por el misionero salesiano padre Domingo Milanesio, gran defensor de los pueblos originarios. A los 11 años le pidió a este salesiano que lo llevara a estudiar para luego regresar y así poder enseñar a los de su pueblo.

En la Solemne Misa el Obispo Porteño destacó las virtudes del joven mapuche y llamó a los presentes a imitar de nuestros Santos y beatos el camino de entrega y de fe, especialmente por el respeto y acogida a nuestros Pueblos originarios, por el que Ceferino entregó su vida a Dios por su querido pueblo mapuche.

Posteriormente finalizada la misa se realizó un rokiñ, un compartir con rico mate y típicas sopaipillas mapuches con merken, muday y miel natural. Tantos los representantes de los Pueblos originarios como los fieles en general quedaron agradecidos de la hermosa celebración.

El Padre Pedro Nahuelcura y Susana Riquelme Currihuinca de la Pastoral indígena agradecieron este hermoso encuentro de interculturalidad y fraternidad junto al pastor diocesano quien hizo las gestiones para que Ceferino estuviera presente a partir de ahora en tan importante templo parroquial y agradecieron especialmente al padre Enrique Opaso por el constante apoyo realizado.

Fuente: Dpto. Movilidad Humana, Pastoral Indígena del Obispado de Valparaíso – Comunicaciones de Valparaíso

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