Familia Salesiana de Puerto Natales celebra 210 años del natalicio de Don Bosco

La Familia Salesiana de Puerto Natales celebró este sábado 16 de agosto en la Parroquia María Auxiliadora el 210° natalicio de San Juan Bosco, renovando con entusiasmo y fe su fidelidad al carisma salesiano.

La Eucaristía, presidida por el P. Juan Solís y concelebrada por los diáconos permanentes Ignacio Díaz y Belarmino Oyarzo, contó con la participación de la Comunidad Educativo Pastoral del Liceo Salesiano Monseñor Fagnano —encabezada por su rector, Alex Contreras—, junto a autoridades comunales, equipo directivo, grupos pastorales, apoderados, estudiantes, y representantes de la Familia Salesiana como el Liceo Bicentenario María Mazzarello, ADMA, Salesianos Cooperadores, entre otros.

El inicio de la celebración estuvo marcado por la entrada de los abanderados del LSMF y de cuatro signos cargados de significado: una imagen de Don Bosco, como presencia viva en medio de su pueblo; el lema del Aguinaldo, recordándonos el Año Jubilar de la Esperanza; una barca, en memoria de los 150 años de la primera expedición salesiana; y un símbolo juvenil, reflejo de los jóvenes que Don Bosco amó y a quienes seguimos sirviendo.

En su homilía, el P. Juan destacó la alegría de celebrar el nacimiento de Don Bosco, “un niño sencillo de campo, iluminado por Dios con un gran proyecto de vida”. Recordó los inicios de la misión salesiana en Puerto Natales, desde la fundación del primer colegio, hasta la iglesia parroquial que pronto cumplirá 100 años.

Subrayó que el gran amor de Don Bosco fueron los jóvenes, especialmente los más pobres, a quienes dedicó su vida fundando obras educativas tanto para niños como para niñas. A este amor se suman sus dos pilares fundamentales: María Auxiliadora y la Eucaristía, símbolos de confianza y fortaleza espiritual.

El P. Juan invitó a la comunidad a confiar en estos pilares, a vivir con alegría la fe y a reconocer en Don Bosco un regalo inmenso para la Iglesia, "A ti, Don Bosco, desde el cielo, míranos, intercede por nosotros, por tus jóvenes y educadores salesianos, para que un día todos podamos llegar felices al cielo”.

Durante la celebración, un docente y dos jóvenes del MJS presentaron al altar una canasta con cartas y compromisos personales, expresando cómo desean vivir hoy la fidelidad al carisma salesiano. Posteriormente, luego de la comunión, representantes de cada alianza llevaron un cirio y una oración al altar, como signo de compromiso comunitario con la misión de Don Bosco.

La Eucaristía concluyó con un fraterno compartir en la Casa Juvenil, prolongando la alegría de la celebración.

La misa fue transmitida en vivo por Salesianos TV a través de sus redes sociales, permitiendo que más personas pudieran unirse espiritualmente a esta fiesta salesiana.

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