El Liceo Salesiano Monseñor Fagnano celebró con profunda alegría, emoción y gratitud los 25 años de vida religiosa del director, P. Pedro Carrera, en una hermosa velada preparada con cariño para reconocer su testimonio y entrega, el pasado jueves 13 de noviembre. 

El gimnasio del liceo se transformó en un espacio lleno de luz y significado, reuniendo a educadores, estudiantes, apoderados, hermanas e invitados especiales, quienes quisieron acompañar al Padre Pedro en este momento tan importante. Cada gesto, palabra y presentación reflejó el cariño sincero hacia quien ha dedicado su vida al servicio de Dios y de los jóvenes, al estilo de Don Bosco.

La ceremonia comenzó con un afectuoso video saludo de los niños, seguido por las palabras del rector Alex Contreras, quien destacó el doble motivo de alegría que vivimos este año: los 25 años de vida religiosa salesiana y 16 años de ministerio sacerdotal del Padre Pedro, junto con la conmemoración mundial de los 150 años de la primera expedición misionera salesiana a la Patagonia.

En su mensaje, el rector subrayó el lema sacerdotal del Padre Pedro —“Por la gracia de Dios, soy lo que soy”— como reflejo de una vida guiada por la gratitud y la confianza en Dios, siempre en camino con los jóvenes y corazón misionero que caracteriza a la familia salesiana. También reconoció su cercanía, su entrega diaria y capacidad de acompañar con sencillez, alegría y espíritu fraterno a nuestra comunidad.

Los momentos artísticos dieron un marco especial a la celebración: primero, con la presentación del sexteto de cuerdas del LSMF, y luego con un emotivo canto coral preparado por los educadores, quienes expresaron a través de la música su agradecimiento y admiración.

Uno de los instantes más significativos de la velada fue el mensaje del propio Padre Pedro, quien compartió con humildad cómo ha vivido estos 25 años de servicio. Agradeció a Dios por haberlo llamado —“a un joven normal”, como él mismo expresó— a una vida que nunca imaginó, y reconoció que su vocación se ha ido construyendo día a día gracias al acompañamiento de tantas personas que han sido parte de su camino. Recordó también la fragilidad y belleza de la vocación, evocando el texto paulino “Llevamos este tesoro en vasijas de barro”, invitando a la comunidad a seguir sosteniendo en oración a todos quienes consagran su vida a Dios.

La celebración continuó con un recorrido biográfico del homenajeado, acompañado de un video con recuerdos de su vida sacerdotal. Como signo de gratitud, la casa salesiana le entregó un obsequio institucional, gesto que cerró con emoción una velada que concluyó con la bendición final y afectuoso cóctel para todos los presentes.

A lo largo de estos 25 años, el Padre Pedro ha sido sembrador de esperanza, guía cercano y testimonio de fe viva. Su palabra oportuna, espíritu alegre y caminar junto a los jóvenes ha sido una bendición para la comunidad.