La comunidad católica de Linares, en un ambiente de profunda alegría y gratitud, se congregó para celebrar la solemne Eucaristía del Centenario de la parroquia María Auxiliadora.
La ceremonia marcó el hito de los 100 años desde que la parroquia fuera erigida canónicamente el 18 de enero de 1925 e inaugurada solemnemente el 22 de febrero del mismo año.
La celebración no solo fue un acto litúrgico, sino un recorrido por la «Historia de la Salvación en esta tierra encantadora», recordando la llegada de los primeros salesianos en 1905 y la inauguración del primer templo ese mismo año.
Una construcción de «Piedras Vivas»
La liturgia comenzó con un fuerte simbolismo: la imagen de la Iglesia construida por todos. Durante la ceremonia, representantes de las comunidades colocaron «ladrillos» simbólicos, representando a los fieles como «piedras vivas» que han edificado la historia de la parroquia durante este siglo.
La misa fue presidida por los sacerdotes que animan la obra de Linares, entre ellos el P. Jorge Barrera, P. Juan Vázquez, P. Bernardo Venegas, P. Mauricio Jacques y P. Esteban Merino.
Se hizo un emotivo recuerdo del primer párroco, el P. Crisóstomo Gavirati, quien recibió la parroquia en sus inicios, y se oró por todos los párrocos y fieles fallecidos que han sido testigo de fe y servido a la comunidad entre 1925 y 2000.
La Mesa del Centenario: Ofrendas de la tierra y la fe
Uno de los momentos más significativos fue la presentación de dones en la «Mesa del Centenario». Las 25 comunidades y capillas que conforman la parroquia —desde los sectores urbanos hasta zonas precordilleranas como Pejerrey, Roblería y Chupallar— acercaron ofrendas representativas de su identidad y esfuerzo.
Entre los símbolos destacaron tortillas y pebre de San José de la Isla, un ramo de rosas de la comunidad Santa Rosa, una carretilla con leña de Nuestra Señora de la Paz del Peñasco, y un roble presentado por la comunidad de Roblería como signo de fe robusta y arraigada.
Mirada al futuro
Durante la liturgia se presentaron las «Orientaciones Parroquiales 2025-2030», un documento fruto de siete asambleas realizadas desde 2019, que servirá como hoja de ruta para caminar en sinodalidad durante los próximos años.
La jornada contó con la participación activa de diversos grupos pastorales, desde el Movimiento Juvenil Salesiano (MJS), acólitos y scouts, hasta los grupos de adultos mayores y catequesis, quienes colmaron la «Casa de la Madre Auxiliadora».
La eucaristía concluyó con la tradicional bendición de María Auxiliadora, herencia de Don Bosco, y el canto del Himno del Centenario, haciendo el envío de los fieles a continuar la misión con la alegría del júbilo eclesial.
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FUENTE: Diócesis de Linares