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Desde 2013, los colegios salesianos del país trabajan en la evaluación, actualización y diseño de los elementos claves que aseguran y cautelan la propuesta educativo pastoral salesiana, a la luz de la Reforma Educacional y en vista a ofrecer educación integral. El 8 y 9 de abril, los coordinadores pedagógicos de los colegios, reunidos en casa inspectorial, convocados por el Departamento de Educación de la Congregación, iniciaron el proceso para levantar el diseño del segundo elemento clave: el Proyecto Curricular. Explica el P. Galvarino Jofré, responsable del ámbito educación de la Congregación en Chile, que casi el 100% de los colegios ha concluido el proceso de evaluación y actualización del primer elemento clave: el Proyecto Educativo Pastoral Salesiano Local (PEPS). Ahora, indica el P. Galvarino, surge la necesidad de comenzar a concretar el proyecto curricular porque permitirá cautelar que se lleven a la práctica las intenciones declaradas en el PEPS local. ¿En qué consiste el proyecto curricular? El Delegado del ámbito educación lo explica de manera muy concreta: “Consiste en establecer qué vamos a enseñar, cuándo y cómo; y cómo lo vamos a evaluar”. Su principal función es ser “una herramienta que permite ir supervisando si el proyecto educativo pastoral salesiano se está implementando en el colegio”. “El proyecto –añade- nace de cuestiones que están a la base del proyecto educativo de los colegios salesianos de Chile: en primer lugar, que educamos de manera integral; segundo, que educamos y evangelizamos y, por último, que hacemos una opción por aquellos que más dificultades tienen”. El P. Galvarino señala que la potencia de esta herramienta está determinada por cuanto orienta el quehacer de la escuela en su conjunto, a la luz del propio proyecto educativo y a las exigencias del Ministerio de Educación. Un modelo propio Dada la inexistencia de pautas y la escasa literatura, el Departamento del Educación de la Congregación ha estado trabajando en la elaboración de un modelo propio que oriente a los colegios en la elaboración de su proyecto. En líneas generales, el modelo busca asegurar la conexión de todos los que intervienen en la propuesta educativo pastoral, y esto, a partir del establecimiento de un cuadro que sitúa áreas y niveles. Lo explica el P. Galvarino: “Teniendo en consideración lo que ofrecemos en nuestros colegios, reconocemos que hay, al menos, seis áreas donde se actúa: humanística, científica, científica tecnológica, artística, físico recreativa y social; y cuatro niveles: asignaturas, horas de libre disposición, actividades complementarias y propuesta de pastoral”. Con este cuadro –añade el P. Galvarino- se desafía a los educadores a dialogar en torno a lo establecido por el proyecto educativo en las áreas y niveles y se intenciona la propuesta para que la educación integral sea efectiva. Finaliza el P. Galvarino señalando que para diciembre de este año se espera que los colegios logren avanzar en los dos primeros ejes: qué enseñar y cuándo. Fuente: Oficina de Información Salesiana (OFISA) |
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