Llega voluntario con la misión de ayudar a consolidar una oficina de planificación y desarrollo


A finales de noviembre pasado se integró al trabajo de la Congregación en Chile el italiano Enrico Marinucci, miembro del Voluntariado Internacional para el Desarrollo (VIS), con la misión de acompañar el proceso de consolidación de una oficina de planificación y desarrollo.

Tiene 36 años de edad. Es licenciado en Ciencias Políticas, egresado de la Universidad de Roma. Se ha especializado en estudios internacionales y en cooperación para el desarrollo.

Hace 7 años dejó su país para tomar parte en diferentes iniciativas en Sudamérica. En primera instancia lo hizo como miembro del Programa de Voluntariado del Gobierno Italiano, con la misión de vincular en Ecuador los proyectos de la ONGs con el estado. Además, enseñó inglés a niños y adolescentes marginados de Quito.

Haciendo esta experiencia, conoce y toma contacto con el VIS, organización no gubernamental de inspiración cristiana y salesiana, que cuenta con alto prestigio en Italia.

“Dentro de la cooperación internacional italiana, el VIS es una de las ONG más importantes, por la historia, la experiencia, la seriedad y la particularidad de ser una agencia educativa salesiana”, señala.

Motivado por la especial configuración de la ONG salesiana –además de su prestigio, indica, conjuga algo no frecuente: compromiso laico con los marginados y los valores religiosos – toma contacto formal para conocerla más a fondo y, posteriormente, solicita ser admitido.

Llega nuevamente a Sudamérica en 2008, esta vez como parte del VIS. Se vincula con las comunidades indígenas Shuar que habitan tanto el sector ecuatoriano como peruano de la selva. Allí su tarea fue apoyar el desarrollo comunitario en el uso sostenible de los recursos naturales.

En lo particular, el trabajo inicial procuró conocer a fondo lo desarrollado durante 10 años por el VIS conjuntamente con los Salesianos en las comunidades de Ecuador y luego transferirlo a las de Perú.

Para ello, junto con conocer, estudiar y analizar, conformaron un equipo de trabajo que, entre otras tareas, realizó capacitaciones a jóvenes indígenas en recursos naturales y brindó asistencia técnica a las comunidades en la producción agroforestal.

Posteriormente, impulsaron la creación de una cooperativa indígena que transformara la materia prima en productos con valor agregado destinados a la comercialización a nivel nacional e internacional

Su misión en Chile

En respuesta a la solicitud del Inspector, P. Alberto Lorenzelli, el VIS acepta venir a Chile, enviando a Enrico. En un primer tiempo, estimado en dos años, su tarea consistirá en acompañar el proceso de consolidación de una oficina que se dedique a presentar proyectos y recaudar fondos para las obras dedicadas al trabajo social, educativo y pastoral, según los planes inspectoriales (POI –PEPSI).

“He notado que Chile tiene muchas obras en todo el país. Será difícil atender a todas, pero habrá prioridades que la Inspectoría va señalando. Ya, por ejemplo, es prioritario un acompañamiento a la Fundación Don Bosco y al Centro Comunitario Laura Vicuña de Puerto Montt (CENLAVI). Luego se verá, en la medida que van surgiendo las necesidades”.

Acompañar y no decidir

Enrico enfatiza que el rol del VIS es acompañar y no decidir. “Cada Inspectoría toma las decisiones respecto del camino que quiere seguir, viendo cómo integrar esta oficina, tratando de alinearse al contexto salesiano propuesto a nivel mundial”.

“La fuerza del VIS –continúa- es fortalecer o construir un equipo de trabajo eficiente, bien capacitado, que tenga los conocimientos pertinentes para relacionarse con diferentes actores; asimismo, estudiar estrategias, entender caminos, acompañar todo el período, pero al final es la Inspectoría la que toma decisiones y son las mismas personas las que asumen y llevan adelante el proceso”.

VIS

El Voluntariado Internacional para el Desarrollo (VIS) nació en 1986 con inspiración cristiana y salesiana, gracias al trabajo del P. Ferdinando Colombo.

Es una organización no gubernamental, sin fines de lucro, reconocida por el Ministerio de Relaciones Exteriores italiano, declarada apta para ejecutar y supervisar proyectos de desarrollo en el Mundo.

Su actividad está orientada, principalmente, a la educación y a la instrucción de niños, adolescentes y jóvenes marginados y vulnerables.

El VIS se define también como una agencia educativa, cuya propuesta, en el espíritu salesiano, es educar, orientar y formar a nivel profesional a sus destinatarios.

Su sede central está en Roma, donde trabajan unas 30 personas. Cuenta además con comités nacionales, en diferentes partes de Italia, que ayudan en la captación de fondos.

El envío de personal a los países es una respuesta del VIS a la solicitud de apoyo de la Congregación, que se puede traducir en dos grandes tipos de colaboraciones: por una parte, ejecución de proyectos de emergencia, en respuesta, por ejemplo, a catástrofes naturales; y programas de desarrollo con proyectos de más largo aliento que pueden durar varios años.

En el segundo tipo de colaboración se inserta la creación/fortalecimiento de las oficinas de planificación y desarrollo, tarea que el VIS ya ejecuta en 50 países, en base a los lineamientos impulsados por Consejo General de la Congregación.

Fuente: Oficina de Información Salesiana

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