Los mitos de Halloween

Es un hecho que la fiesta de Halloween llegó para quedarse en nuestro país. Y para resinificar su sentido un grupo de padres y apoderados han propuesto vivirlo más positivamente, promoviendo el encuentro familiar.

Calabazas, disfraces, tridentes y miles de dulces rellenan los escaparates de tiendas y supermercados, llamando a los niños a salir a la calle con el lema “dulce o travesura”. Y si bien no es una tradición propia, en Chile ha ingresado fuertemente de la mano del marketing.

Halloween tiene su origen en una festividad céltica conocida como Samhain, que deriva de irlandés antiguo y significa fin del verano, que fue traspasada a países como Estados Unidos, Canadá, Irlanda e Inglaterra, entre otros.

Y para chilenizar y dotarlo de mayor sentido, un grupo de padres y profesores hace algunos años ya, promueven un “Halloween blanco”, que es un llamado a poder retomar la fiesta de todos los santos. José Miguel Carafi y su señora María Cecilia Laso, pertenecientes a la Parroquia San Alberto Hurtado y al movimiento Regnum Christi, han promovido este cambio dentro de las familias.

“Esta forma positiva de celebrar está instalada y muchas familias participan con disfraces positivos y celebran con respeto y alegría”, nos cuenta animadamente este ingeniero comercial de 55 años y padre de 7 hijos”.

¿Cómo podemos vivir Halloween de una manera menos tétrica?

Halloween viene del antiguo inglés “all hallows eve”, que significa víspera de todos los santos, por ello proponemos una forma más auténtica de celebrar, aplicando cambios en la estética y en la actitud.

El elemento estético es evidentemente negativo: brujas, demonios, vampiros y monstruos. No son figuras admirables o positivas, sino todo lo contrario. Figuras más sanas, como hadas, superhéroes o algo tan simple como un bombero mantienen el elemento del disfraz sin promover imágenes negativas. El tema no es solo exterior, lo que ocurre es que el que se disfraza de malo siente que debe actuar como tal.

Otro problema es el chantaje implícito en el “dulce o travesura” No es sano que los niños usen la amenaza de vandalismo para exigirles dulces a sus vecinos. Más que el tema estético, este es el cambio más importante para sacar la mala influencia de Halloween.

Esta festividad está asociada a muerte, a la petición de dulces a bromas pesadas. ¿qué opina usted de ello?

El 31 de octubre es la víspera de la fiesta de todos los santos, 1 de noviembre, que tradicionalmente se acompaña con visitas a las tumbas de seres queridos. Desde este punto de vista, no es necesariamente mala la asociación con la muerte, ni es posible eliminarla del todo. Pero el enfoque morboso en los aspectos tétricos de la muerte, como la sangre, los huesos y otros detalles no pueden superar la creencia de un lugar mejor después de la muerte y el mensaje de esperanza predicado por Cristo.

En cuanto a las bromas pesadas, es nuestro objetivo cambiar la imagen del chantaje detrás de esta actitud por algo mas positivo. Por ejemplo, que los niños den algo a cambio de los dulces, agradecer con un gracia que no sea un huevo lanzado contra el vidrio, si no que con un canto, poesía o un mini show.

Como cristianos ¿está bien celebrar de esta manera esta fecha?

Para los cristianos es una oportunidad de recordar a todos nuestros santos. Y no hay nada de malo en celebrar en familia, disfrazarse y salir a pedir dulces. Más bien, es una oportunidad de enseñarles a nuestros hijos gratitud y respeto por los demás, a la vez que conocen mejor a sus vecinos.

¿Es lícito prohibirles a nuestros hijos que no participen en esto, mientras que muchos de sus vecinitos y amigos ese día estarán en la calle?

Lo que buscamos no es eliminar los elementos positivos de la celebración. Es una oportunidad para que los niños lo pasen bien y no creo que prohibir a nuestros hijos participar, sea el mejor camino para cambiar la imagen de Halloween por algo más positivo.

¿Cómo acompañamos a los niños para que puedan resignificar esta fecha?

En primer lugar, asegurándonos que no cometan las mal llamadas “travesuras”, que no son mas que un intento de darle un nombre tierno a actos de vandalismo y chantaje. Es también importante asegurarnos de no molestar a aquellos que decidan no participar y que se muestren generosos y agradecidos con todos los que se encuentren.

¿qué significa para nosotros como cristianos esta fecha?

Celebrar a los santos es celebrar las vidas heroicas dedicadas a Dios. El valor, dedicación y esfuerzo de estos hombres y mujeres ejemplares son muy significativos en una sociedad tan banal y materialista.

Además, los temas de generosidad y hospitalidad de la entrega de dulces y el vínculo que se crea entre vecinos al salir todos juntos, también son valiosas lecciones para niños y jóvenes, siempre tentados por el egocentrismo y las ansias competitivas.

Si es que como familia no queremos participar ¿cómo recibimos a los que tocan nuestra puerta?

Uno de nuestros objetivos es establecer que aquellos que se quieran adherir a la celebración pongan una señal (un paño o un globo blanco) en su puerta. De esta manera, aquellos que no quieran participar no son molestados.

En caso que los niños aparezcan de todas maneras, una explicación clara es la mejor forma de comunicar que no se es parte de la celebración. Ignorar a los niños o atacarlos es buena forma de incentivarlos a hacer travesuras.

¿Qué aprendizajes podemos extraer de la celebración de esta festividad para nuestra familia?

La sana entretención, la amistad con los vecinos, la alegría, salir y disfrutar en familia

¿Cómo podemos separar lo comercial y el manejo del marketing, de la fecha en sí?

Es bastante difícil, puesto que el elemento comercial de Halloween es muy fuerte. La forma mas directa es concentrarse en los elementos positivos de la fiesta y en el acto generoso de dar. Recordar que es la víspera de todos los santos, antes de salir a pedir dulces.

Fuente: Comunicaciones Santiago

www.iglesiadesantiago.cl

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