Felices nosotros por Don Bosco, porque en Él Dios nos ha dado un padre y maestro


Como cada año, la Familia Salesiana de Santiago se reunió para celebrar un nuevo natalicio de Don Bosco, el 16 de agosto, en el templo del Colegio El Patrocinio de San José de Providencia. En esta oportunidad la celebración tuvo una especial connotación por cuanto inició el segundo año de preparación a la gran fiesta con la cual la Congregación Salesiana en todo el Mundo ya sintoniza para 2015: los 200 años que se cumplirán del nacimiento del Padre y Maestro de los jóvenes.

Presidió la celebración el P. Inspector Alberto Lorenzelli. Concelebraron su Vicario, P. Vicente Soccorso, el Consejero Inspectorial Carlo Lira y salesianos de todas las comunidades de Santiago. En la Asamblea los jóvenes e integrantes de los grupos de la Familia Salesiana, entre ellos, las Hijas de María Auxiliadora y su Provincial, Sor Aurelia Rossi; Salesianos Cooperadores, Antiguos Alumnos, Damas Salesianas, Voluntarias Salesianas, ADMA, EPE, EME, Hogares Don Bosco, etc.

Carta Magna del Cristianismo

Refiriéndose al Evangelio proclamado de las Bienaventuranzas, el P. Inspector señaló que el espíritu del mundo nos podría hacer pensar que las bienaventuranzas son fantasías piadosas del cristianismo, algo poético y conmovedor para escuchar con música de fondo, pero, en definitiva, una utopía, lejos de la realidad. “Lo que hemos escuchado, en vez, nos presenta la Carta Magna del Cristianismo, una escala de valores, un programa de vida que el mundo, en general, no puede entender… representan el camino de la verdadera felicidad”.

Sobre cada una de las ocho bienaventuranzas, el Provincial comentó:

“Felices los pobres en el espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos” (Mt 5, 3). Pero se advierte enseguida una precisión importante. No es la pobreza material la declarada dichosa, sino la disposición espiritual -“pobres de espíritu”- por la que el hombre no funda su confianza en sí mismo ni en los bienes de la tierra, sino en Dios. La pobreza material es bienaventurada sólo en la medida que conduce a esa actitud interior.

“Felices los que lloran”, o sea, los que aceptan las tribulaciones de la vida, reconociendo a Dios el derecho a probarlos con el sufrimiento, sin dudar por eso de su amor paternal.

“Felices los sufridos” que, a pesar de ser pobres y estar atribulados, no procuran por la violencia procurarse una situación mejor, ni intentan avasallar a los otros.

“Felices los que tienen hambre y sed de justicia”, no para reivindicar sus propios derechos, sino que aspiran a una “justicia”, a una virtud, a una santidad mayor.

Felices los misericordiosos” que, conscientes de su necesidad de la misericordia divina, saben compadecerse de los fallos ajenos y excusarlos benévolamente.

Felices los limpios de corazón” que, no teniendo el espíritu oscurecido por las pasiones o el pecado, son capaces de comprender las cosas de Dios.

“Felices los pacíficos” que, estando en paz con Dios y consigo mismos, van sembrando paz en su camino.

“Dichosos los perseguidos por la justicia”, que sufren por una causa santa, por la fe, por el Evangelio.

Siguiendo en la línea de las bienaventuranzas, el Provincial presentó las bienaventuranzas salesianas:

–  Felices nosotros por Don Bosco, porque en ÉL,  Dios nos hado un padre y maestro….

–  Felices los jóvenes por Don Bosco, porque en Él la juventud tiene un padre, un hermano y un amigo…

–  Felices nosotros por Don Bosco, porque ha generado un gran movimiento espiritual y nos hace parte de una gran Familia….

–  Felices los educadores porque Don Bosco con su Sistema Preventivo nos ofrece la pedagogía del amor, la única que cualquier joven comprende….

–  Felices nosotros por la profunda humanidad de Don Bosco, es esa que nos hace vivir “como si viéramos al Invisible”….

–  Felices nosotros por la espiritualidad de Don Bosco, porque en sus palabras, virtudes y su armonía entre naturaleza y gracia, nos ofrece el camino a la santidad…

Segundo año de preparación al Bicentenario

Refiriéndose al segundo año de preparación al Bicentenario del nacimiento Don Bosco, el P. Alberto señaló que el tema propuesto por el Rector Mayor de profundizar en su pedagogía, “nos desafía a renovar la propuesta educativa salesiana, de cara a los actuales contextos sociales, educativos y espirituales”. También indicó que el conocimiento de Don Bosco a través de su historia, de su pedagogía y su espiritualidad se debe traducir en compromiso con y para los jóvenes. “Como Don Bosco, ¡hoy Dios nos espera en los jóvenes! Por eso debemos ir en su busca y estar con ellos en los lugares, situaciones y fronteras donde ellos nos esperan”.

Al final de la celebración, los participantes renovaron el compromiso de fidelidad al carisma salesiano y al compromiso de profundizar en la pedagía de Don Bosco en el segundo año de preparación hacia su bicentenario.

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Fuente: Oficina de Información Salesiana – OFISA

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