P. Mario Borello: Presentación Pastoral del Credo Bautismal

0204_02.jpgEso de que Jesucristo murió, ¿afecta mi vida? ¿qué me significa que la Virgen María sea inmaculada? ¿tiene que ver conmigo?

Este tipo de preguntas, intencionadas para interpelar a catequistas de base, profesores de Religión y todos quienes intervienen en los procesos de evangelización, son algunas de las muchas que responde el padre Mario Borello Gillardi, sacerdote salesiano de la comunidad del Noviciado de Macul, en su libro “Esta es Nuestra Fe, Presentación Pastoral del Credo Bautismal”.

En conversaciones con la Oficina de Información Salesiana, el padre Borello profundizó en esta obra, en la catequesis y en los años de misión que lleva en Chile.

0204_03.jpgEl padre Mario llegó como misionero a Chile en 1947, procedente de Italia, a los 24 años de edad, encontrándose en el tercer año de práctica pastoral (Tirocinio). Desde entonces, desde que se encontraba en la etapa de la primera formación para la vida consagrada salesiana y para el Sacerdocio, y fruto de la obediencia y la vocación, ha desempeñado un intenso trabajo en la Catequesis a nivel de la Iglesia Continental, Nacional y en la Congregación.

La Presentación Pastoral del Credo Bautismal es su segunda obra de largo aliento, lanzada en diciembre de 2010, que se suma a los múltiples artículos y textos catequísticos publicados en decenas de revistas. Se puede adquirir en la Librería Tiberíades y en la librería pastoral del Episcopado (Echaurren 4, Santiago).

Fe y Vida
La dicotomía que se produce entre la fe y la vida, es decir, aquello que es profesado y que no es vivido, es lo que motivó a este sacerdote salesiano de 88 años a dedicar un año entero para la realización de esta obra, cuyo principal aporte pretende ser el sentido pastoral de la vivencia del Credo.

La palabra pastoral es lo más importante, porque usted puede encontrar otros textos que traten el mismo tema del Credo, desde una perspectiva solamente doctrinal, buscando definiciones; en cambio la finalidad de este libro es que la fe vaya directamente a la vida de las personas y no solamente a la inteligencia, a saber cosas de Religión. La idea es que apele al corazón, a los sentimientos, a la experiencia personal, a la vida como un cristiano tiene que realizarla desde la fe y en la oración”.

Metodología
Los 35 capítulos del libro profundizan en las principales verdades de fe contenidas en el Credo Apostólico. Al final de cada capítulo, el autor presenta al lector una síntesis en relación a lo leído con la siguiente estructura: “Lo que tengo que saber”, “Lo que tengo que vivir”, “Lo que tengo que enseñar” y “Cómo tengo que enseñarlo y comunicarlo a la vida”.

“Generalmente los textos de catequesis, que tratan de estos mismos temas, se centran en ilustrar el saber cristiano. Eso es válido, por supuesto, por eso puse la pregunta “Lo que yo tengo que saber” de este capítulo; pero no basta saber las cosas de la fe, hay que llevarlas a la práctica. San Pablo dice que “se cree con el corazón” (Romanos 10,10), no sólo con la cabeza. A raíz de esta enseñanza, pensé que es importante que se hicieran preguntas para que el lector diga: eso de que Jesucristo murió, ¿afecta mi vida? ¿qué me significa? ¿qué me significa que la Virgen María sea inmaculada? ¿Tiene que ver conmigo? Son algunas de las preguntas que intenté contestar, que no siempre están en los textos de Religión”.

Creo que Jesús hizo inmaculada a su Madre María
Entre los títulos de los capítulos, es posible encontrar algunos tan específicos como “Creo que Jesús hizo inmaculada a su Madre María”. Explica el padre Mario que este tipo de temáticas busca aterrizar en detalle lo que se profesa en el Credo, para dar más plenitud al significado.

El tema de la Inmaculada surgió en vista la gran devoción en Chile a esta advocación de la Madre de Dios: “muchas casas tienen gruta propia de la Virgen Inmaculada, o cuadros. En cierta manera, la devoción a la Inmaculada es más popular que la advocación a la Virgen del Carmen, que pareciera ser más nacional o social. La Inmaculada va más a las familias y a la gente en particular. En vista de esta realidad lo consideré un tema pastoralmente importante”.

0204_04.jpgCuatro Cualidades
A juicio del padre Borello, los catequistas, aquellas personas que guían los procesos de preparación de los sacramentos en las parroquias, colegios y distintas instituciones, debieran poseer cuatro grandes cualidades: madurez humana, conocimientos de la fe cristiana (credo y moral), manejar una buena metodología para enseñar y cultivar una vida espiritual.

En su vasta experiencia animando procesos globales de la catequesis en la Iglesia, comenta que es posible encontrar estas cualidades, sin embargo, también es posible ver grandes vacios, especialmente por el olvido del Espíritu Santo a la hora de dar la catequesis y el desconocimiento de la Escatología, es decir, qué sucede después de nuestra muerte y después del fin del mundo. “Hay personas que son muy duras, con una presentación de la fe tristona, moralista; entonces, no pueden transmitir realmente el mensaje del Señor, que es una Buena Noticia (evangelio); también se falla en la pedagogía, cuando se habla y habla, sin interactuar con las personas. Primero hay que tocar los problemas de la gente y luego responderles desde la fe, y no, haciendo una comparación, entregarles un ladrillo doctrinal que se tienen que tragar”.

Labor incansable
A sus 88 años de edad, el padre Borello se mantiene animado en el trabajo, ahora con la elaboración de un “Itinerario de formación cristiana” para los jóvenes que manifiesten deseos de consagrar su vida como religioso salesiano. “Hay chiquillos que, deseando ser religiosos, les falta experiencia de vida cristiana. Un itinerario les ayudará a hacer un proceso de vida cristiana”.

Planifica además nuevos libros: un segundo y tercer tomo sobre la vida litúrgica y sacramental y sobre temas de moral cristiana, respectivamente.

Su primera obra de largo aliento se llama “Obras Catequéticas”, lanzada hace un par de años, libro de carácter más científico, como él mismo denomina, que se divide en cuatro partes: Teología Pastoral Fundamental, Catequética Fundamental para Educadores de la Fe, Reflexiones Metodológicas para Educadores de la Fe y Sicología de la Religiosidad desde la Catequética; trabajo que tuvo como insumos el material preparado para las clases de Teología que ha dictado, por ejemplo, en la Pontificia Universidad Católica de Chile y en el Seminario Pontificio durante 25 años.

A ocho cuadras de Valdocco
El padre Mario nació en Turín, Italia, a ocho cuadras de Valdocco, lugar donde Don Bosco fundó el primer Oratorio. Sus padres asistían a Misa a la Basílica de María Auxiliadora, de modo que le hicieron conocer a Don Bosco, a María Auxiliadora y a los Salesianos desde muy niño. Sintió el deseo de ser sacerdote desde pequeño. Recuerda que jugaba en su casa a rezar Misa.

Su padre fue un misionero laico, salesiano cooperador, que destinó varios años de su vida, algunos con toda la familia, para el trabajo en la educación y evangelización en Medellín, Colombia.

Su hermana, Auxilia Borello, también es religiosa, de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Inmaculada Concepción, destinada a la provincia de Argentina a la muerte de los papás, para facilitar el contacto entre hermanos, el que se realiza una vez al año.

“Me entusiasmé con los chilenos”
El padre Mario ingresó el Aspirantado salesiano de Bagnolo, en el Piamonte. Cuando novicio se entusiasmó con la idea de la Misión, inspirado por el ejemplo de su papá.

En la Inspectoría de Chile ha dedicado casi la totalidad del trabajo en las casas de formación, salvo por su paso en las Casas de Concepción y Punta Arenas.

Respecto del tiempo que lleva en Chile, indica: “me entusiasmé con los chilenos, tanto es que adquirí la nacionalidad”.

El padre Mario señala haber llegado al país con una disposición muy abierta para integrarse a la cultura, al trabajo, lo cual le ayudó muchísimo. “Fácilmente fui asimilando las costumbres, las fiestas, el 18 de septiembre… tengo un recuerdo muy vivo de la primera vez que celebramos el 21 de mayo: esto me llamó mucho la atención porque en Italia no existen fiestas nacionales celebradas en esta forma”.

Especialización y Experiencia
El padre Mario es Licenciado en Sagrada Teología con especialización en Teología Pastoral y Catequética. Participó en el Sínodo de Obispos de Catequesis de 1977, convocado por el Papa Pablo VI y en la Tercera Conferencia de los Obispo Latinoamericanos, celebrada en 1979 en Puebla, México, asesorando la comisión de catequesis de los obispos.

En la década los ’80 fue secretario ejecutivo del Departamento de Catequesis de la Conferencia Episcopal Latinoamericana. También ha ejercido como Director fundador del Instituto Superior de Pastoral de Catequética “Catecheticum” y Director de la Comisión Nacional de Catequesis de la Conferencia Episcopal de Chile en dos períodos.