P. Alberto Lorenzelli asume como Provincial de los Salesianos en Chile


En la tarde del sábado 3 de marzo, el P. Alberto Lorenzelli, salesiano italiano, asumió como nuevo Superior Provincial de la Inspectoría San Gabriel Arcángel de Chile en el restaurado y remozado Santuario María Auxiliadora de Santiago Centro. La Eucaristía estuvo presidida por el Arzobispo de Santiago, Monseñor Ricardo Ezzati, quien agradeció la oportunidad de participar como Pastor de esta ciudad y salesiano de Don Bosco, al tiempo que reflexionó que el Carisma Salesiano en Chile es un singular regalo de Dios a nuestra patria.

Concelebraron el Vicario del Rector Mayor, P. Adriano Bregolin; el Inspector saliente, P. Leonardo Santibáñez y salesianos de todas las presencias de Chile. También estuvo presente el Vicario para la Zona Centro, para la Familia y Provincial de la Congregación de la Sagrada Familia, P. Marek Burzawa; y el Provincial de los Jesuitas, P. Eugenio Valenzuela sj.

Al comenzar la Eucaristía el P. Leonardo Santibáñez agradeció al Señor la presencia del P. Lorenzelli en nuestra Inspectoría. Con la guía del párroco, P. Bernardo Venegas, toda la asamblea se encomendó a la protección de la Auxiliadora, y junto a un grupo de fieles ingresaron al templo a Jesús Sacramentado, como un nuevo agradecimiento al Señor por la posibilidad de la reconstrucción del Santuario y la comunidad parroquial.    

El templo fue repletado por miembros de la Familia Salesiana, y amigos del carisma de Don Bosco, que dieron a la celebración un toque de calidez y cercanía con el P. Lorenzelli, por ejemplo, al recibirlo con pañuelos blancos que agitaron en algunos pasajes de la celebración.  Al parecer, el P. Alberto, que por primera vez llega a nuestro país, así lo sintió, al parafrasear las palabras del evangelio “Que bien, Señor, estamos, aquí”.

Al final de los ritos que hicieron efectiva la toma de posesión, el nuevo Provincial realizó su profesión de fe y fidelidad al Magisterio con estas palabras: “Yo, Alberto Lorenzelli, al asumir el oficio de Inspector prometo mantenerme siempre en comunión con la Iglesia Católica, tanto en lo que exprese de palabra como en mi manera de obrar. Que Dios me ayude y estos Evangelios que toco con mis manos. Amén”. La respuesta de la comunidad congregada en el Templo a María Auxiliadora fue un cálido aplauso de recibimiento y bienvenida.

Saludo del nuevo Inspector

Al final de la celebración, el nuevo Inspector entregó un mensaje a toda la Familia Salesiana, en el que señaló que el Reino de Dios exige decisiones radicales. “Nos recuerda la amorosa presencia de Dios y nos invita a tener siempre presente el exigente sendero hacia la santidad”.

A continuación, el P. Alberto dirigió un saludo a quienes conforman esta Inspectoría: “Saludo de manera particular todos los miembros de la Familia Salesiana; con vuestra presencia y testimonio hacen presente y palpable el Evangelio en cada Sector de la vida social de nuestra querida Patria Chilena. Sigan siendo siempre la levadura de Cristo, sobre todo en la Familia, la primera Iglesia Doméstica, célula esencial y núcleo primario de la Sociedad Civil. Familias santas hacen posible una Iglesia santa y cualifican y potencian nuestras Comunidades, en particular al formar las nuevas generaciones. Un saludo especial a ustedes, jóvenes, centinelas de la aurora en este Tercer Milenio. Ustedes son la alegría y la esperanza de la Iglesia”.

Luego, casi al finalizar sus palabras, el P. Lorenzelli agradeció la presencia de Monseñor Ezzati, del P. Bregolin, de miembros de su familia y algunos de sus hermanos salesianos de su comunidad en Italia; también de la confianza del Rector Mayor, y dirigió especiales palabras al P. Leonardo: “Un agradecimiento vivo y fraterno al P. Leonardo Santibáñez que con inteligencia, hecha amor y dedicación total ha dirigido y animado esta Inspectoría en estos últimos años. Me han conmovido la atención y el afecto con el cual me ha estado acompañando en estos días y estoy realmente seguro que continuará junto a nuestra Inspectoría con la oración y el consejo fraterno y amigo”.

Mensaje del P. Adriano Bregolín

En su homilía, el Vicario del Rector Mayor propone tres enseñanzas desprendidas de las lecturas que presenta la liturgia en este segundo domingo de Cuaresma, las que están dominadas por dos episodios ambientados en la cima de un monte: la prueba de Dios a Abraham en el monte Moria cuando le pide ofrecer como sacrificio a su hijo Isaac y la Transfiguración del Señor Jesús ante Pedro, Santiago y Juan en el Monte Tabor.

Hacer experiencia de Dios

Como primer punto, el P. Bregolín presenta la invitación del Señor Jesús a tres de sus discípulos para invitarles a compartir una experiencia de oración, de intimidad con Dios. “Hacer experiencia de Dios es siempre un hecho que nos llena de alegría, que nos fascina, que nos cautiva totalmente. No se puede ser verdaderos discípulos y apóstoles sin hacer esta gran experiencia: estar en intimidad con Dios, estar enamorados de Dios, en cada momento de la vida, pues, nuestra única inquietud debería ser la de ser continuos buscadores de Dios, para vivir y obrar con Él”.

Sin el Señor, nuestra vida de consagrados no tiene sentido

Señaló también, como necesidad de todo cristiano, y aún más de quienes han optado por la vocación religiosa, de dejar que el Señor se convierta en la primera opción y misión de la vida. “El Señor debe ser el Señor de nuestra vida. Sin Él nuestra vida, sobre todo nuestra vida de consagrados, no tiene sentido”.

Experiencia de fraternidad

La segunda enseñanza propuesta por el P. Bregolín viene del modo que Jesús vive el momento del Tabor: “Él quiere que sus amigos lo acompañen en la subida al monte. Esta experiencia no es sólo un hecho místico e individual, sino que se convierte también en una experiencia de fraternidad en la cual el centro es Dios mismo”.

Enriquecer el espíritu de familia

Indicó también que el valor de la fraternidad se alimenta de la presencia central del Señor Jesús en las Comunidades. “De un modo especial, en la experiencia de la vida religiosa, estamos llamados a enriquecer nuestro espíritu de familia, viviendo en profunda unidad y con alegría nuestro ser de discípulos de Jesús, según el carisma de Don Bosco”.

Afrontar con valentía la misión confiada

La tercera enseñanza presentada por el P. Bregolín a partir del Evangelio es la de afrontar con valentía la misión confiada, incluso si reserva momentos de fatiga o de gran prueba. “Quien ama a Dios, quien sigue a Jesús, participa de su camino hacia Jerusalén, hacia la cruz, hacia la resurrección…El momento particular que la Familia Salesiana de Chile está viviendo, viene iluminado por esta Palabra. La llegada de un nuevo Inspector es siempre un momento rico de esperanza. Es también siempre un momento de renovado empeño por parte de toda la comunidad Inspectorial.

Los jóvenes esperan que seamos verdaderos Comunicadores de Dios

Finalmente y en sentido de la misión, el P. Bregolín destacó el compromiso vigente de bajar al valle a vivir con intensidad, con generosidad, con empeño total la misión salesiana, sobre todo en medio de los jóvenes. “Ellos esperan que nosotros seamos verdaderos comunicadores de Dios. Espera que seamos personas libres, humanamente maduras y ricas desde el punto de vista espiritual. Personas plenamente disponibles para ellos. Esperan que seamos compañeros de viaje, que, a través de la propuesta educativa y evangelizadora, les indiquen el camino de su vida. Esperan también que seamos mediadores que les ayudan a entender cuál es su futuro, cuál es el designio de Dios para sus Vidas”.

Fuente: Área de Comunicaciones.

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