Mons. Vargas: “Las familias tienen derecho a solicitar clases de Religión para sus hijos”

Arica, 17 noviembre 2005.
El obispo de Arica, Mons. Héctor Vargas, Presidente del Área Educación del Episcopado, pidió que la nota de Religión sea valorada numéricamente y tenga incidencia en la promoción.

Monseñor Héctor Vargas, Obispo Presidente del Área Educación de la Conferencia Episcopal, hizo un llamado a las familias chilenas a solicitar la clase de Religión para sus hijos en el momento en que los matriculen en los colegios del país.

“Las clases de Religión son un derecho y al mismo tiempo un hermoso aporte a los padres en su tarea de principales educadores de sus hijos”, explicó el Obispo de Arica, al invitar a las familias a informarse acerca de este derecho que la legislación actual les concede en las escuelas municipales.

En conferencia de prensa ofrecida en la ciudad nortina, el Obispo invitó a los directivos de los establecimientos a continuar considerando esta clase como un bien significativo para sus alumnos, para los objetivos formativos y el ambiente escolar. También les pidió implementar todas aquellas instancias que favorezcan efectivamente tanto la información y la inscripción de alumnos en la clase de religión, como los espacios y horarios más adecuados.

En las escuelas católicas, medio millón de alumnos frecuenta la asignatura de Religión, y una cantidad superior lo hace en el resto de sistema escolar. Sólo en Santiago las familias que han solicitado la clase de Religión Católica para sus hijos en las escuelas municipales suman 325 mil, sin considerar la educación de párvulos, adultos, escuelas especiales, ni las particulares subvencionadas y pagadas. “Si a ello se suman los alumnos de otros credos, queda en evidencia que la inmensa mayoría de la población chilena valoriza enormemente esta instancia de formación”, subrayó Mons. Vargas.

NOTA VALORADA Y TEXTOS DISPONIBLES.
Monseñor Héctor Vargas se mostró partidario de que la nota de Religión sea expresada en términos numéricos y tenga incidencia en la promoción, porque “al ser considerado como un sector de aprendizaje en vista al desarrollo de la religiosidad del estudiante como dimensión esencial, primaria y fundamental de su constitución como persona, no se entiende su exclusión a la hora de evaluar numéricamente semejante proceso educativo”.

Recordó el Presidente del Área Educación del Episcopado que los docentes de esta asignatura, para obtener su título, deben formarse en diversas Universidades y Centros de Educación Superior, con las mismas exigencias académicas y años de estudios del resto de los profesores. Además, los alumnos salen muy perjudicados al participar de una asignatura con iguales exigencias a las demás (asistencia, trabajos, investigaciones, actividades, estudio, pruebas, etc.) que al final no tiene ninguna incidencia en el promedio final.

Asimismo, Monseñor Héctor Vargas estimó urgente una subvención del Ministerio de Educación para que, al igual que en las otras asignaturas, los escolares puedan recibir los textos correspondientes de Religión, que constituyen, a su juicio, una ayuda imprescindible. En la actualidad la inmensa mayoría de los alumnos en Clase de Religión no pueden, por razones económicas, acceder a los textos disponibles en el mercado.

PROGRAMAS DE EDUCACIÓN RELIGIOSA ESCOLAR
El Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Chile, luego de un detenido proceso de evaluación en conjunto con las Vicarías de Educación de todas las Diócesis, y a la luz de las características de la Reforma Educacional y de las necesidades de los colegios, está publicando los nuevos Programas de Educación Religiosa Escolar.

Monseñor Vargas explicó que estos programas han sido trabajados por profesionales expertos en el ámbito pedagógico, curricular y catequístico.

La actual propuesta busca seguir creciendo en calidad y al servicio de los más de 13 mil profesores de Religión Católica, ofreciendo un aporte a la educación integral de las personas.

Finalmente, el Obispo de Arica invitó a los candidatos a la Presidencia de la República a pronunciarse acerca de estas temáticas que tiene gran sensibilidad en tantas familias chilenas.