Parroquia Santa Ana: solidaridad que da vida a Talca

Desde el inicio del confinamiento por la pandemia de Covid-19, la parroquia Santa Ana de Talca ha animado la vida de sus feligreses, en el ámbito espiritual y apoyo material a las familias que lo necesitan. Desde abril hasta agosto han entregado aproximadamente 220 cajas solidarias a familias del sector norte de Talca, que corresponde al territorio parroquial de Santa Anta y capillas Don Bosco y Sagrado Corazón.

Actualmente, siguen coordinando el trabajo solidario para los meses que vienen, en la actualización de los diagnósticos y organización e implementación de la ayuda, enfocado también en las situaciones nuevas y realidades emergentes por pandemia.

Una de las integrantes del equipo social de la parroquia, Gladys Albornoz, manifestó que ser parte de este equipo le ha ayudado a conectarse aún más con las realidades del sector. “Comprendo lo que están viviendo las mamás y los niños. Quisiera estar ahí y solucionar todo, pero entiendo que no se trata de eso, sino de crecer en nuestra misión, para lograr un buen servicio de solidaridad y fraternidad que ofrecemos a Dios todos los días”.

Por su parte, Vivian Verdugo, agente pastoral del equipo social, expresó que para ella lo más importante es aprender a ponerse en el lugar del otro y desarrollar un trabajo en equipo, “estamos viendo situaciones difíciles y creo que es fundamental que las tareas se compartan, para así llegar a más gente. La solidaridad nos da alegría en el corazón, y queremos que todos los integrantes de nuestras comunidades se sientan involucrados con este trabajo en la parroquia”.

Ayuda material y acompañamiento espiritual

Así es como funciona la solidaridad en una comunidad cristiana, ayudándose mutuamente con acciones de bondad y generosidad, pero principalmente buscando hacer la voluntad de Dios en el lugar que les corresponde.

El salesiano sacerdote P. Juan Pablo Lyon, quien cumplió un año de párroco en este sector, agregó que le ha impresionado la organización de los agentes pastorales de la parroquia, porque se constituyeron en una verdadera comunidad cristiana, en el sentido más profundo del término, “no es solamente una organización de personas, sino que se nota que hay una comunidad que gira en torno a la persona de Cristo, evangelización y misión de anunciar el Reino.

Asimismo, añadió que especialmente en este tiempo de pandemia, la parroquia ha estado atenta a las necesidades del entorno y de la gente, tanto de la misma comunidad, como aquellos que no pertenecen a ella. “Veo una comunidad que está vinculada a su templo, a su experiencia de hermanos, y eso tiene sentido afectivo con el lugar”.

Este sentido de pertenencia e identidad impulsó acciones solidarias que han brotado de la experiencia de vida comunitaria de la parroquia Santa Ana, que como lo señala su párroco “es la intención de llevar adelante la creatividad de Dios en este tiempo de pandemia, tanto para la evangelización, y con estos signos, que es lo concreto del Reino de Dios: la solidaridad”.

Se recibieron donaciones de agentes pastorales de la parroquia, como también, ayuda en dinero, que se utilizó para comprar alimentos, medicamentos, pago de cuentas y comprar gas.

Espiritualidad salesiana

En este tiempo de pandemia, la parroquia Santa Ana ha continuado su trabajo pastoral de forma online, a través de las redes sociales. Se comenzó a celebrar las misas los domingos, martes y jueves, encuentros de oración del Rosario y otras actividades de espiritualidad durante toda la semana. Los jóvenes tomaron la iniciativa de hacer catequesis, encuentros de comunidades y seguir funcionando en otras actividades. Esto ha mantenido unida a la comunidad, permitiendo organizar y coordinar campañas solidarias con todos los agentes pastorales.

FUENTE: Comunicaciones Salesianos Chile
 

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