CI 2015: “Es esencial que exista un cambio de corazón en nosotros si queremos despuntar esa nueva aurora que tanto esperamos”


Celebrando la Eucaristía, manifestando en ella una especial intención de agradecimiento a Dios por lo vivido en estos días, los Salesianos de Don Bosco en Chile clausuraron la primera sesión del Capítulo Inspectorial 2015.

Presidió la celebración el Inspector, P. Alberto Lorenzelli, quien dividió la homilía en dos momentos: uno para profundizar en los textos bíblicos y otro para compartir algunas reflexiones del proceso comenzado.

Entre sus primeras ideas subrayó algunos “signos extraordinarios” evidenciados: la alegría de la vida familiar fraterna, el clima sereno y audaz, los intercambios de experiencias y la diversidad y apertura a nuevos frentes de misión que desafían, todo lo cual da continuidad al Año Bicentenario del Nacimiento de Don Bosco, señaló.

En su mensaje, el Provincial también indicó que la sensación final propia es la de haber vivido una experiencia de mucha esperanza en el futuro para el Carisma Salesiano.

Los nuevos retos, indicó el Provincial, motivan y dan esperanza, aún las dificultades del mundo actual; aunque no se tengan respuestas puntuales ni la eficacia asegurada, aún todo ello, señaló, está la garantía de la acción del Espíritu del Señor resucitado.

A la convicción de la acción Dios, indica el P. Alberto, se suman otras: “Nuestra fragilidades actuales son una oportunidad para vivir lo más genuino de la vida religiosa; la confianza absoluta en el Buen Padre y la alegría de haber encontrado el tesoro del reino; la misión juvenil, donde todo hermano y comunidad experimenta la alegría de su servicio”.

La primera parte de su homilía la concluyó invitando a los salesianos a asumir con esperanza, pasión y paz los retos. “A nosotros no nos corresponde hacerlo todo, sólo se nos pide nuestra parte, sabiendo que ésta es muy importante. Trabajamos en la obra de Dios, Él es el dueño, nosotros somos sus pequeños obreros. No se nos pide éxito, se nos pide fidelidad y esto nos hace descansar tranquilos”.

Refiriéndose a la Primera Lectura de Ezequiel donde habla del “Corazón Nuevo”, el Inspector señaló que “es esencial que exista un cambio de corazón en cada uno de nosotros si queremos despuntar esa nueva aurora que tanto esperamos… sabemos que no podemos ayudar a transformar los corazones de los demás si primero no ha cambiado el nuestro.”

El tema del Capítulo –señaló el P. Alberto- Testigos de radicalidad evangélica, es fascinante y prometedor, pero, al mismo tiempo, exigente. “Nos pide un camino de conversión que no podemos programar; podemos desear que ocurra, pero no podemos asegurar que se va a realizar. La conversión es obra del Espíritu que nos cambia la mente, el corazón y la vida”.

Más adelante en su reflexión, el P. Alberto comentó que ante la pregunta de cómo cambiar los corazones, el trabajo del Capítulo ha ofrecido una repuesta para ello: “Cuando el P. Manolo –Inspector de Argentina Norte- nos decía que el mejor mensaje del Capítulo somos nosotros mismos, ya estamos diciendo que no se trata de cambiar los demás, sino de empezar por uno mismo”.

Fuente: Oficina de Información Salesiana (OFISA)

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