Fe, solidaridad y unión para las familias

El Arzobispo de Santiago celebró la Eucaristía de las 16:00 horas en el Santuario Nacional de Maipú este 16 de julio. La Misa fue presidida por monseñor Celso Mora, Secretario dela Congregación para el Clero en la Santa Sede.

El Santuario Nacional recibió a miles de devotos de la Virgen durante este 16 de julio, día en que se celebra la festividad de Nuestra Señora del Carmen. A cada hora se celebraron misas en honor a la Carmelita y decenas de sacerdotes confesaron a los peregrinos que acudían para saludar a la madre del cielo en su día.

La Eucaristía de las 16:00 horas estuvo presidida por monseñor Celso Mora, Secretario dela Congregación para el Clero, y fue concelebrada por monseñor Ezzati, Arzobispo de Santiago; el padre Jaime Ortiz, Vicario Judicial; y el padre Galo Fernández, Vicario de la Zona Oeste de la capital. “Como Iglesia de Santiago, en este Santuario de la Virgen del Carmen de Maipú, quisiera dar la más cordial bienvenida a monseñor Celso que trabaja junto al Santo Padre prestando un servicio generoso a la Iglesia Universal”, dijo al inicio de su plática el Arzobispo de Santiago. Luego saludó a los fieles, quienes “han acudido en esta tarde a honrar a la Virgen, madre y reina de Chile en este, su Santuario Nacional”. También entregó un saludo especial a los feligreses de la Parroquia Jesús, Señor de la Vida, ubicada en la población La Bandera, que estuvieron a cargo del coro y la animación de la misa.

La gracia de la fe para Chile

Monseñor Ricardo Ezzati pidió tres grandes gracias o dones para el país a la Virgen del Carmen en su día. La primera de ellas fue la fe en Jesucristo. “La Virgen, mostrándonos a Jesús en sus brazos, nos dice que no es posible pensar en un futuro hermoso en nuestra patria sin la presencia de su hijo Jesús”, aseguró el Arzobispo. “Ella hoy nos viene a ofrecer un don mucho más grande del que nos ofreció hace más de 200 años atrás aquí mismo en Maipú. Nos viene a ofrecer a su hijo, hijo cuya voz estamos llamados a escuchar, el Buen Pastor que estamos llamados a seguir, la verdad que tiene que iluminar nuestro camino”, prosiguió.

Una nación fraterna

“Queremos construir un Chile en cuyo corazón esté Dios, cuyas leyes transfiguren y hagan traslucir las bienaventuranzas del Reino, leyes que nos permitan vivir la integridad de nuestra fe y que nos hagan de verdad constructores de un mundo mejor”, expresó el Arzobispo como la segunda gracia pedida por la intercesión de Nuestra Señora del Carmen. “Le queremos pedir el milagro que crezca entre nosotros la fraternidad, la justicia y la solidaridad. Es cierto, especialmente en este último año, en medio de nuestro pueblo ha nacido un cierto desencanto. Pareciera que nos cuesta construir fraternidad y solidaridad. Pareciera que algunos quieren sustituir con violencia la construcción de la justicia y de la paz. Hoy queremos pedir a la Virgen que nos dé la sabiduría de su Hijo del Evangelio, para que sepamos construir una familia donde todos tengan pan, respeto y dignidad”, sostuvo el Arzobispo.

Familias unidas

La tercera gracia que el Arzobispo solicitó para nuestro país se refiere a la unión de las familias. Pidió a la Virgen su ayuda para que ellas fueran un lugar donde el amor, la unidad y “la búsqueda de la entrega mutua reflejen el mismo corazón de su Hijo que ha entregado su vida por nosotros”. Como contraparte manifestó su dolor por el alto porcentaje de niños que nace fuera del matrimonio, un 60%. A su juicio esto “es signo que nos falta mayor capacidad de amar, mayor capacidad de superar las dificultades para que todos nuestros niños puedan crecer en un santuario de vida y de amor”.

Añadió: “A la Virgen del Carmen le queremos pedir que bendiga todas nuestras familias, que fortalezca el amor de todas nuestras familias”, para que los niños tengan testimonios de lo bello que es vivir a semejanza de la familia de Nazaret. En este mismo sentido encomendó especialmente a las familias en dificultad y a quienes padecen en su cuerpo o en su alma.

Tras la Eucaristía, los presentes entonaron el himno nacional y un grupo folclórico de la Parroquia Jesús Señor de la Vida bailó un esquinazo.

Orar por los sacerdotes

Finalmente, monseñor Celso Mora agradeció a monseñor Ezzati la posibilidad de presidir la Eucaristía en honor a la Virgen del Carmen. “Estoy en la congregación para el clero acompañando y ayudando al Santo Padre en esta gran tarea de tener sacerdotes dignos, sabios y sobre todo sacerdotes santos”, dijo. “Les pido que en vuestra oración por vuestras familias, como nos ha dicho nuestro Arzobispo en vuestra oración por Chile, también os acordéis de rezar por vuestros sacerdotes. Ellos son como la semilla del Evangelio, sin sacerdotes no hay Evangelio, no hay eucaristía. Por eso vamos a pedir a nuestra madre, la Virgen del Carmen, patrona y reina de Chile, que proteja también a nuestros sacerdotes”.

Fuente: Comunicaciones Santiago – www.iglesiadesantiago.cl

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