Inicio de la Cuaresma: Convertir el corazón a Dios

En una concurrida Catedral Metropolitana, monseñor Ricardo Ezzati presidió la eucaristía de Miércoles de Ceniza, dando inicio al tiempo litúrgico de Cuaresma, “nuestro itinerario cristiano hacia la Pascua del Señor”.
  
Cientos de fieles llegaron hasta la Catedral Metropolitana para participar de la misa de Miércoles de Ceniza, que presidió el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, pasado el mediodía de este 22 de febrero. Antes de la celebración eucarística, el pastor estuvo confesando durante media hora a las personas que acudieron al Sacramento de la Reconciliación.

Monseñor Ezzati dijo en su homilía que “el acontecimiento central de nuestra fe, lo que profesamos desde lo más profundo de nuestro corazón, lo que la Iglesia entera proclama en el mundo a lo largo de todos los tiempos hasta la venida segunda de nuestro Señor, es que él ha muerto y resucitado, fiesta, que es fundamental en la fe cristiana”.

Penitencia, oración y caridad

El Arzobispo de Santiago precisó que lo textos bíblicos de la misa de este Miércoles de Ceniza señalan cómo prepararse para acontecimiento pascual. En primer lugar, dijo, hacer penitencia, que “es un camino interior, una vuelta a Dios, a quien reconocemos haber abandonado y al cual queremos volver decididamente, con un cambio de vida. Es por eso que la penitencia más profunda, más radical es la de ponernos de rodillas delante del Señor reconociendo que hemos pecado y que queremos que su gracia sea la última y definitiva palabra de nuestra existencia”. Añadió que la Cuaresma “es un tiempo para convertir el corazón a Dios en el sacramento de la Reconciliación”. Explicó que penitencia significa “renunciar a todo aquello que nos separa de Dios”.

Otra forma de prepararse al tiempo pascual es la oración, dijo el pastor. “Tú oras entrando en el secreto de tu corazón. Es decir, ora con rectitud de corazón, ora con aquella actitud que te hace sentir, frágil, débil, necesitado de Dios, que te hace vivir la bienaventuranza de la pobreza, porque reconoces tu indigencia y percibes que solamente con Dios, con su gracia, puedes llegar concebir el proyecto de salvación que él te ofrece”.

Monseñor Ricardo Ezzati recordó que también el cristiano se prepara a la Resurrección del Señor con la caridad, el amor, la solidaridad, y destacó la Campaña Cuaresma de Fraternidad que se realiza en todo el país, dedicada nuevamente a los jóvenes vulnerables. Dijo que no es excusa el tener pocos bienes, “también de lo poco podemos dar para vivir en fraternidad y solidaridad”.

Experimentar la misericordia de Dios

Por último, llamó a hacer de la penitencia, la oración y la solidaridad “la pedagogía que nos lleve a profundizar y experimentar en nosotros la bondad, la misericordia de Dios que queremos hacer presente también con el testimonio de nuestra vida personal y eclesial”.

Terminada la homilía, bendijo la ceniza, la recibió en su cabeza, la impuso a los sacerdotes, diácono y junto con ellos la impuso luego a los fieles, con la fórmula “Conviértete y cree en el Evangelio”, que es la gracia, manifestó, “que pedimos al Señor hoy día iniciando nuestro camino cuaresmal.

Fuente: DOP Santiago – www.iglesiadesantiago.cl

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