Benedicto XVI envió mensaje a los 50 mil jóvenes del encuentro de Taizé

Roma, 29 diciembre 2005.
”Jesús es nuestra Paz y nos invita al perdón, signo del amor absoluto”, recordó el Papa Benedicto XVI a los más de 50 mil jóvenes que están reunidos en el 28º Encuentro Europeo de Jóvenes de la Comunidad de Taizé, en Milan (Italia), entre el 28 de diciembre y el 1 de enero. También el Rector Mayor de la Congregación Salesiana se unió a estos jóvenes con un especial recuerdo por el asesinado fundador de esa comunidad, el hermano Roger, y compartiéndoles la reflexión de la Familia Salesiana para el 2006, sobre la familia.

El Papa, en su mensaje a los jóvenes, tuvo especiales palabras de reconocimiento al hermano Roger, fundador de Taizé y asesinado en agosto, ante miles de fieles. El Santo Padre reconoció su esfuerzo por inculcar en los jóvenes el espíritu de fraternidad y de paz. Benedicto XVI, recordando el legado de Juan Pablo II, invitó a los jóvenes a ser artesanos de la paz. Invocando a María. Finalmente, el Papa concedió su Bendición Apostólica a todos los participantes del encuentro, a sus comunidades y familias. También el Rector Mayor de la Congregación Salesiana dio a conocer esta mañana el mensaje que envió a los jóvenes del encuentro de Taizé. ”Les escribo, jóvenes reunidos en Milán con motivo del 28° encuentro ecuménico animado por la comunidad de Taizé. Lo hago como salesiano, guiado por la simpatía y la pasión que anima a los hijos de Don Bosco. Les sentimos cercanos como “ciudadanos” de una Europa que se esfuerza por alcanzar la unidad; les sentimos cercanos como “educadores”, llamados a trabajar para que los jóvenes puedan vencer los desafíos que la historia y la sociedad actual presentan a cada uno. Nuestra tarea es hacer de los jóvenes “honestos ciudadanos y buenos cristianos”, según la expresión programática de Don Bosco.

Se que trabajan sobre una carta “inconclusa” del fundador de la comunidad, el inolvidable hermano Roger. Les recuerdo que todos somos una “carta inconclusa”, llamados por Dios a completar el escrito vital en el tiempo que nos ha sido concedido vivir. Lo que el hermano Roger ha dejado inconcluso escríbanlo con su vida cotidiana en el lugar donde han sido llamados a trabajar.

Les comparto, con una cierta emoción, lo que se refiere a que el mundo salesiano está llamado a reflexionar y que me parece está en sintonía con lo que están llamados a vivir en estos días. Nosotros los salesianos, reflexionaremos sobre la familia célula de la sociedad: Prestar especial atención a la familia, cuna de la vida y del amor y lugar primordial de humanización”. Es el texto del Aguinaldo que estoy por confiar a los diversos grupos de la Familia Salesiana. Ustedes reflexionan sobre la Familia de las familias, la familia humana, para que llegue a ser el lugar de la “civilización del amor”, según las palabras de Paulo VI.

Les auguro ser portadores cualificados de éste mensaje de humanización en nuestra sociedad. Deseo, además, al hermano Alois, sucesor del fundador de la comunidad de Taizé, poder continuar el camino trazado, de ser ahora y siempre, punto de referencia de tantos jóvenes de diversas etnia, cultura y religión, para que sepan encontrar la unidad en el nombre del único Dios para una humanidad renovada”.