Las Comunidades Apostólicas Salesianas (CAS) celebraron medio siglo de existencia. El evento tuvo lugar en el Colegio Oratorio Don Bosco, el pasado sábado 24 de agosto, donde jóvenes de la Región Metropolitana se reunieron para conmemorar este hito.

Las CAS surgieron en 1974 como parte del "Movimiento Juvenil Salesiano". Las colonias de Villa Feliz marcaron el inicio de una misión perdurable.

La celebración comenzó a las 14:00 horas con un recorrido histórico. Cuatro salas representaron etapas cruciales de la evolución de las CAS, permitiendo a los jóvenes conectar con las raíces y el desarrollo del movimiento.

Grupos CAS de diferentes colegios salesianos se unieron en el evento, fortaleciendo los lazos fraternos entre las comunidades. Estudiantes del Colegio Oratorio Don Bosco compartieron sus experiencias, reflejando el impacto positivo de CAS en sus vidas. Enzo Morales, de III° medio B, comentó: “Soy nuevo en esto de CAS, y llegar al cumpleaños y vivir esta experiencia fue linda y divertido”.

Para Diana Cruzado, también de III° medio B, la jornada fue significativa: “Al llegar a un lugar nuevo, todo es desconocido, pero entrar acá es aprender mucho sobre cómo llevar a los niños hacia Dios, de manera divertida y respetuosa. Además, es linda la colaboración con mis compañeros”. Estas palabras destacan cómo el movimiento no solo fomenta la fe, sino también el compañerismo y el aprendizaje.

La clausura incluyó una emotiva liturgia en el Salón Don Bosco, que fue un momento de reflexión y agradecimiento por el camino recorrido. Fue presidida por el Padre David Rivera SDB, Delegado de la pastoral juvenil salesiana en Chile.

Mateo Leiva, alumno de I°A, expresó su emoción al conocer más sobre la historia del movimiento: “La historia de CAS me parece muy conmovedora, lo repetiría mil veces”. Este acto de cierre permitió a los participantes renovar sus votos de servicio y entrega.

Las CAS reafirman su compromiso con la juventud, enfrentando el desafío de mantener su espíritu fundacional mientras se adaptan a nuevas realidades. Proyectan un futuro prometedor, continuando con su misión salesiana.