En una ceremonia cargada de emociones y buenos deseos, la comunidad educativa y familias se reunieron para despedir a una generación marcada por los valores y el compromiso.

El COM vivió una jornada inolvidable el miércoles 13 de noviembre, al despedir a sus estudiantes de cuarto medio en una ceremonia cargada de emoción y simbolismo, en la que participaron familiares, apoderados y toda la comunidad escolar.

La actividad comenzó con un encuentro fraterno en cada curso, donde los apoderados, familiares y amigos compartieron un espacio de cercanía y gratitud junto a los estudiantes. Entre abrazos, palabras de aliento y recuerdos, se vivieron momentos de conexión profunda, donde los presentes aprovecharon para expresar su orgullo y apoyo hacia quienes hoy cierran una etapa fundamental de sus vidas.

La ceremonia continuó en el templo, lleno de padres y amigos, con una liturgia especial presidida por el padre Sergio Astorga. Con un mensaje enfocado en el futuro, el padre director animó a los egresados a mantener la convicción de ser "buenos cristianos y honestos ciudadanos", inspirándolos a llevar los valores aprendidos a cada desafío que enfrenten en la vida adulta.

Luego, la jornada se trasladó a la explanada del COM, donde una multitud de estudiantes de prekínder a tercero medio esperaba con pañuelos blancos en mano, a cada uno de los egresados. Con aplausos y muestras de cariño, los estudiantes menores se unieron en un emotivo gesto de despedida, simbolizando la huella que esta generación ha dejado en la comunidad escolar.

Los abrazos, los buenos deseos y las lágrimas de alegría y nostalgia entre padres e hijos marcaron un cierre significativo para todos. La ceremonia destacó por la emotividad y los sentimientos compartidos. Padres y estudiantes expresaron su gratitud por el acompañamiento y la formación brindados por el COM, quienes con dedicación han inspirado a los egresados a vivir con integridad y a contribuir al bien común.