El P. Francesco Cereda, Vicario del Rector Mayor, estuvo de visita en nuestro país a principios de septiembre con motivo de la celebración de los 100 años que se cumplen desde la muerte de Mons. José Fagnano, misionero salesiano de la Patagonia y Tierra del Fuego. El viaje ha sido ocasión también para encuentros con los salesianos de todas las comunidades en diferentes zonas del país. En medio de sus últimas actividades antes de su regreso a Roma, el P. Francesco dialogó con Boletín Salesiano sobre temas como el fenómeno digital, aborto y canonización de Sor Teresa de Calcuta. ¿Cómo ha sido el encuentro con los Salesianos en las diferentes comunidades? Es la tercera vez que vengo a Santiago, pero primera que realizo un recorrido a diferentes lugares de la Inspectoría. Estoy muy contento de encontrarme con los hermanos, los muchachos, los profesores; con las tres comunidades del norte: Iquique, Alto Hospicio, Antofagasta y la nueva comunidad de Calama. Después estuve en Concepción, Punta Arenas y hoy en la tarde también aquí, en la Gratitud Nacional, con todos los hermanos que están cerca de Santiago. Estoy muy contento de hablar con ellos y de escuchar también sus sugerencias, sus preguntas. El mensaje fundamental compartido con ellos ha sido el camino que la Congregación está haciendo ahora, especialmente en la identidad de nuestra vida salesiana como místicos en el espíritu, profetas de fraternidad y siervos de los jóvenes, no sólo entre nosotros, sino también con los laicos y la familia salesiana… Todas las inspectorías han concretado este camino en el Capítulo Inspectorial hecho en este año. También aquí han logrado concreciones buenas, teniendo en cuenta el problema del rediseño de la inspectoría, decidiendo profundizar en frentes como el oratorio, el centro juvenil, la Fundación Don Bosco y la Universidad Católica Silva Henríquez. ¿Cómo ha vivido la celebración del Centenario de Mons. Fagnano? Fueron muchos acontecimientos, muy buenos; el encuentro con la gente, con los exalumnos; hemos visitado los cuatro colegios que tienen los Salesianos y las Hijas de María Auxiliadora en Punta Arenas. Estuvimos también en Puerto Natales, en la parroquia, en el colegio; hemos visto una cosa extraordinaria: no puedo imaginar cómo Don Bosco pudo soñar con esta tierra, tan aislada en aquel tiempo, con poca gente, con muchos problemas. Ha hecho un gran sueño misionero cuando imaginó su presencia desde Santiago de Chile hasta Pekín y después la tierra patagónica, a donde envió a sus primeros salesianos. Venir acá fue mirar todo ese sueño realizado. Los acontecimientos más significativos han sido protagonizados por los jóvenes de los colegios, por la gente en la catedral. Ha sido relevante también repasar la historia de Mons. Fagnano con una ponencia del historiador Mateo Martinic y al final el desfile de los cuatro colegios con cerca de 4 mil muchachos y muchachas. He quedado con la sensación de que los jóvenes tienen un gran sentido de pertenencia a sus colegios y también un humilde orgullo. ¿Cómo debemos enfrentar, salesianos laicos y consagrados, la

En la celebración de los 125 años de Salesianos Alameda, se invita a la toda la Comunidad Educativa Pastoral a la Celebración del “Te Deum”, que será presidido por el Cardenal Arzobispo de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati, en la Iglesia de la Gratitud Nacional – Parroquia María Auxiliadora, el viernes 4 de noviembre, a las 19:00 horas. Son 125 años que cumple la presencia de los Salesianos en la Obra de Alameda. El 14 de noviembre de 1891 Don Ramón Ángel Jara hizo entrega a Mons. Cagliero, quien era Superior de los Salesianos de América del Sur, del edificio y los terrenos del Asilo de la Patria y de la Iglesia La Gratitud Nacional al Sagrado Corazón de Jesús. El primer director fue Domingo Tomatis, alumno de Don Bosco en Turín.  El 6 de enero de 1892 los talleres se inauguran oficialmente con la asistencia del Presidente de la República, Jorge Montt y el Obispo Salesiano, Juan Cagliero. Los alumnos, funcionarios, apoderados, antiguos alumnos y todas las personas que participan de la presencia salesiana de Alameda, están invitados para dar Gracias a Dios por el bien del Centro Educativo y la Parroquia en estos 125 años de vida en Santiago. Fuente: Comunicaciones Salesianos Alameda – Comunicaciones Salesianos Chile

En compañía de la Comunidad Religiosa Salesiana y Comunidad del Santuario María Auxiliadora, el sacerdote de Don Bosco, P. Belarmino Sánchez, celebró la Eucaristía de sus bodas de oro, el pasado 22 de octubre. “Lo curioso -dijo- que no bastan 50 años para profundizar el encuentro con Jesús vivo”. “La vida sacerdotal, a medida que pasan los años, es un desafío de ir profundizando el encuentro con el misterio de Jesucristo, muerto y resucitado, que es lo central de la Eucaristía”, manifestó el religioso. Por eso pidió a Dios fuerza y energía para que en los próximos 50 años pueda seguir profundizando este misterio de la presencia de Cristo Resucitado como pan y vino en la cena pascual. “Nosotros los sacerdotes tenemos el don y la responsabilidad de hacer presente a Cristo en la vida de la Comunidad Cristiana, para todo el que participa de la Eucaristía, y para eso necesitamos la gracia de Dios y la oración de los hermanos”, expresó. En la acción de gracias, la coordinadora de la Comunidad del Santuario, Angélica Vives, y el rector del Centro Educativo Salesianos Talca (CEST), Reinaldo Castro, manifestaron el cariño y la alegría de tener al P. Belarmino en la comunidad talquina, entregándole un regalo. Consultado al culminar la misa, si ha sido feliz en estos 50 años, dijo que sí, “de todas maneras, incluso con las dificultades que siempre están en todos lados, he sido muy feliz, actualmente estoy viviendo una vida semicontemplativa, dedicado a la espiritualidad, a acompañar la vida espiritual de las personas, y ha sido muy interesante”, puntualizó. Biografía El P. Belarmino nació en Talca, el 18 de septiembre de 1938.  Ingresó al Seminario Menor de la Congregación Salesiana a los 13 años (1941), siendo ordenado sacerdote en Santiago, el 22 de octubre de 1966, por el obispo de Punta Arenas, Mons. Wladimiro Goic, bajo el lema sacerdotal “Cristo viene”. Los años de tirocinio los realizó en Punta Arenas y Santiago entre 1960 y 1962. Ordenado sacerdote, fue destinado al Liceo San José de Punta Arenas. En 1974 fue enviado a estudiar música y pedagogía en religión en Valparaíso, además de dedicarse a hacer clases. En 1979 fue nombrado Director del Liceo Manuel Arriarán Barros de Santiago. En 1982 fue nombrado director de estudios del Centro Educativo Salesianos Alameda. En 1985 volvió al Colegio Manuel Arriarán Barros hasta 1991. En 1992 fue nombrado director de estudio del Liceo Salesiano de Valparaíso. En 1995 fue nombrado Director del Oratorio Don Bosco, en Santiago, donde tuvo que organizar a la comunidad para transformar la escuela básica en liceo científico humanista. Entre 2001 y 2009 fue Director de la escuela básica San Ramón en Santiago; Desde 2010 a 2012 fue nombrado vice párroco del Templo de La Gratitud Nacional y desde 2013 a la fecha es rector del Santuario María Auxiliadora de Talca. Fuente: Comunicaciones Salesianos Talca – Comunicaciones Salesianos Chile

En la Parroquia María Auxiliadora de Santiago Centro (Gratitud Nacional), obra salesiana a la que dedicó más de 50 años de su vida, se celebró la misa funeral del sacerdote salesiano oriundo de Italia, P. Eliseo Job, este miércoles 28 de septiembre. A sus 95 años, a las 9:30 horas del martes 27 de septiembre partió a la casa del Padre en la comunidad salesiana Felipe Rinaldi de Macul, en donde permanecía desde 2012, debido a problemas de salud propios de su edad. Presidió la Eucaristía el Vicario del Inspector de la Congregación Salesiana, P. David Albornoz. Concelebraron integrantes del Consejo Inspectorial y hermanos salesianos de diversas comunidades, principalmente de Santiago. El P. David reflexionó en su homilía sobre el adentrarse en el misterio del ser humano, al despedir a un hermano: “Es adentrarse con humildad en el misterio del amor, de la vida y de la muerte. Atravesamos ese abismo insondable iluminados por la fe en Cristo resucitado, y por eso nuestra oración en esta tarde es ofrecimiento y acción de gracias, porque descubrimos una vez más que Dios sigue trabajando en la trama de nuestra vida, silenciosamente, con delicadeza infinita, con respeto, con amor misericordioso, ese amor que vence a la muerte”. Expresó además que “en un contexto tantas veces materialista y de apariencias, el testimonio de vida del P. Eliseo nos recuerda las virtudes de la fidelidad, de la humildad, simplicidad, el amor al trabajo bien hecho, perseverancia, amistad, coraje, castidad, esperanza, amor”. “Todo ello vivido desde el carisma salesiano, en la predilección por los jóvenes más pobres, formándolos en una profesión, en una entrega constante y cotidiana en los talleres y las aulas, siendo exigente y a la vez justo, enseñando a buscar la superación y a descubrir la belleza de la creación”, agregó el Vicario. Acompañaron también en este momento jóvenes del Centro Educativo Salesianos Alameda y diversos miembros de la Familia Salesiana. Más sobre P. Eliseo Job, aquí. Las condolencias están siendo recibidas al correo electrónico [email protected]. Fuente: Comunicaciones Salesianos Chile  

En la comunidad de Felipe Rinaldi, a las 9:30 horas de hoy martes 27 septiembre, falleció a los 95 años de edad, el sacerdote salesiano oriundo de la Provincia de Udine, Italia, P. Eliseo Job. En enero de este año había cumplido 75 años de vida religiosa. El P. Eliseo será velado hoy en la Casa de Salud de Macul y mañana miércoles 28 de septiembre, a las 14:30 horas, se realizarán sus funerales en el Templo de la Gratitud Nacional. Su misión la desarrolló en las obras salesianas de Concepción, el Noviciado Salesiano, Valparaíso y en el Centro Educativo Salesianos Alameda, donde estuvo desde 1961, es decir, más de 50 años aportando en la educación técnico profesional de los jóvenes. También fue presidente de Fide Técnica y Vicepresidente de Fidecoop. Se perfeccionó en el área de la electrónica estudiando Ingeniería en Ejecución Mecánica en la Universidad Católica de Valparaíso, egresando en diciembre de 1966; en 1968 obtendrá el grado de Instructor Electrónico en el Instituto Salesiano de Formación profesional en Génova, sometiéndose a los exámenes correspondientes y recibiendo su diploma entregado por el estado italiano. Organizó los talleres de electricidad y electrónica de La Gratitud Nacional, siendo la gran apuesta de renovación de la congregación en esos años de cambios paradigmáticos, dando a la educación técnico profesional el nivel de excelencia que ahora tiene. Se le recordará como un profesor exigente, claro, preciso y ordenado, que no improvisaba sus lecciones, que cuidaba el buen ambiente en la sala de clases o en el laboratorio del taller. Las condolencias serán recibidas al correo electrónico [email protected]. Reseña Biográfica Eliseo Job Forgiarini nace en Italia, el 28 de julio de 1921, en un pequeño pueblo de los Alpes, llamado Ospedaletto, comuna Gemona del Friuli, situado en la frontera con Austria, en la diócesis de Udine. Su padre Carlo y su madre María da origen a una familia conformada por cinco hijos, donde Eliseo era el menor. A pesar de las distancias y costumbres propias de los pueblos alpinos, Eliseo manifiesta mucho interés en estudiar en un colegio salesiano y, tal vez, poder seguir los pasos de Don Bosco. Así entonces, ingresa al colegio salesiano y aspirantado misionero de Bagnolo, en Turín, a los 12 años de edad. Nunca más se apartará de la Congregación y de la vida salesiana. Su espíritu inquieto y generoso lo lleva a pedir ir a las misiones. Los superiores lo envían, con 16 años de edad, al lejano y desconocido Chile. Llega a Macul a fines de ese año junto a otros tantos jóvenes adolescentes misioneros, entre ellos el P. Zorzetto, el P. Rolfo e inicia el noviciado y continúa los estudios secundarios en esa misma casa. Es ordenado sacerdote el 26 de noviembre de 1950, por imposición de manos del arzobispo de Santiago de entonces, el Cardenal José María Caro. En 1990 fue designado, al mismo tiempo de sus labores pedagógicas, como vicario parroquial de la Gratitud Nacional. Ese rol lo ejerció con plena satisfacción, con

Magallanes es la región más extensa de Chile y la más austral de América. Cuenta con unos 165 mil habitantes y está compuesta por cuatro provincias: Antártica Chilena, Magallanes, Tierra del Fuego y Última Esperanza. Punta Arenas, la capital regional, es la ciudad más poblada y cosmopolita de la Patagonia chilena. Según el último censo realizado en 2012, cuenta con  más de 125 mil habitantes. A pesar de contar con un clima frío y estepárico, es una zona próspera y se sitúa como la cuarta comuna del país con mejor calidad de vida. Éstas son hoy, las tierras inhóspitas, de barbarie y degradación a las que llegó el temerario sacerdote misionero salesiano, José Fagnano, hace más de cien años atrás. Primera expedición salesiana a América De manera inesperada, a los 31 años, Fagnano se transformó en misionero. Integró la primera expedición que desembarcó en América del Sur, a cargo de Mons. Juan Cagliero, enviados por el propio fundador de la Congregación Salesiana, San Juan Bosco. Fagnano desembarcó en Argentina en 1875 y un año más tarde, en San Nicolás de los Arroyos, Provincia de Buenos Aires. Fue nombrado director de la primera institución salesiana en suelo americano, en donde también fue carpintero y mecánico. En 1880 fue enviado a la Patagonia y Tierra del Fuego a hacer realidad un sueño misterioso de Don Bosco, quien, confiando en su dedicación con la causa, le encomendó la primera casa salesiana en estas inexploradas tierras. En 1883 la Santa Sede lo nombró Prefecto Apostólico de la Patagonia Meriodional, Tierra del Fuego y Malvinas, con el título de Monseñor. Incansable aventura al fin del mundo En pleno invierno, en julio de 1887, Mons. Fagnano, junto a los sacerdotes salesianos Antonio Ferrero, Fortunato Griffa y el coadjutor José Audisio, arribó en el vapor “Theben” a Punta Arenas, entonces un poblado de unos escasos mil habitantes. El intrépido misionero, de personalidad decidida y emprendedora, demostró sus habilidades empresariales: Construyó una Iglesia, el Liceo Salesiano San José, el Instituto Don Bosco, el Liceo María Auxiliadora, el Instituto Sagrada Familia, un importante observatorio meteorológico y, además, organizó una banda de músicos. Con la ayuda del arquitecto P. Juan Bernabé, fue el primero en fabricar ladrillos con una mezcla de materiales locales. Pese a contar con augurios de fracaso, consiguió excelentes resultados, logrando darle otra cara a la ciudad, tanto que, la actual Catedral de Punta Arenas, apoya en ellos sus cimientos. El Capitán Bueno En 1892 Mons. Fagnano se aventuró en recorrer Tierra del Fuego y las islas de los canales, asentando los centros de misión “San Rafael” y “El Buen Pastor”, en Isla Dawson; “La Candelaria”, en Río Grande, y la “Misión del Lago Fagnano”, entre otras. Organizó a las comunidades indígenas de la zona (selk’nam u onas, yaganes o yámanas, aonikenk o tehuelches y kaweskar o alacalufes), a descendientes de esclavos africanos e inmigrantes europeos, en su mayoría anticlericales, por lo que también ganó hostilidad política y de las clases acomodadas. Por su infatigable misión evangelizadora,

En el Centro Educativo Salesianos Alameda, P. Francesco Cereda, Vicario del Rector Mayor de los Salesianos, se reunió con las comunidades salesianas de Santiago, Valparaíso, Catemu, Copiapó y La Serena, instancia en la que habló sobre los caminos de la Congregación y la importancia de hacer este camino juntos y unidos. El Vicario evocó las palabras del Rector Mayor, P. Ángel Fernández, quien señala que no se pueden tener 85 congregaciones en las 85 inspectorías en el mundo y que para ello se tienen las grandes orientaciones de la Congregación: “Somos llamados a ser testigos del Evangelio que debemos vivir con radicalidad”. “Testigos no de la radicalidad, sino de Evangelio, de vivirlo con alegría… Somos discípulos de Jesús en las huellas de Don Bosco”, agregó. También señaló que los salesianos están llamados a ser místicos, profetas y siervos, que la mística de Don Bosco es la unión con Dios, la que no se debe olvidar y es necesario recuperar mediante la meditación. P. Francesco Cereda dijo a los asistentes que “están haciendo una buena educación para los jóvenes”, los instó a tener una presencia animadora en medio de ellos y a tener un corazón misionero, como lo ha dicho el Rector Mayor: “Nuestra alianza no es con los poderosos, sino con los pobres. No queremos directores, inspectores que ostenten poder, sino que se pongan al servicio”. Los tres dones de su visita Culminando su recorrido por distintas obras salesianas del país, el Vicario del Rector Mayor celebró una Eucaristía en la Gratitud Nacional, en donde agradeció a los hermanos salesianos, especialmente a P. Alberto Lorenzelli, Provincial en Chile, por la gran acogida. El Vicario destacó los dones de Dios encontrados en estos días: Primer don: Agradeció por todas las cosas vistas, que surgen desde carisma salesiano. Segundo don: Agradeció al Rector Mayor, quien lo encomendó en esta visita como signo de su cercanía. Tercer don: Agradeció haber estado presente en el centenario de Mons. José Fagnano, en donde escuchó sobre algunos pasos de su vida como misionero en las tierras australes de Magallanes y como acérrimo defensor de los pueblos aborígenes de la Patagonia. Esto, como un sueño visionario del fundador San Juan Bosco. Finalmente, invitó a los Salesianos de Don Bosco a cuidar y reforzar el trabajo vocacional en los jóvenes y en los hermanos coadjutores. Fuente: Comunicaciones Salesianos Chile

En el último día de su visita a Chile, el lunes 5 de septiembre, el Vicario del Rector Mayor está desarrollando nuevamente un intenso programa de actividades. A primera hora de la mañana visitó la comunidad Salesianos Alameda, momento en el que entregó un mensaje a la comunidad durante el Buenos Días. El Director, P. Galvarino Jofré, presentó al Vicario explicando el rol que desempeña de colaboración con el Rector Mayor en la animación y gobierno de la Congregación en el mundo. En su mensaje, el Vicario fue enfático en señalar que los muchachos de Don Bosco deben crecer haciendo el bien a los demás, dando como ejemplo la vida de Domingo Savio, Ceferino Namuncurá  y Laura Vicuña. Acompañaron al P. Francesco el Superior de los Salesianos en Chile, P. Alberto Lorenzelli y el Secretario General de la Congregación, P. Stefano Vanoli. Consejo Inspectorial Luego de Alameda, el P. Francesco sostuvo un encuentro con el Consejo Inspectorial, momento en el que se recogió el intenso itinerario vivido hasta hoy que ha comprendido el paso por Iquique, Alto Hospicio, Concepción, Punta Arenas y Puerto Natales. Las actividades de este lunes concluirán con un encuentro del P. Cereda con las comunidades salesianas de Santiago, Valparaíso, Catemu, Copiapó y La Serena y la celebración de la Eucaristía en el templo de la Gratitud Nacional. Fuente: Comunicaciones Salesianos Chile

P. Mario Borello y P. José López, recibirán la Cruz del Apóstol Santiago, reconocimiento que les entregará la Arquidiócesis, por su testimonio de amor a Jesucristo y a su Iglesia, como verdaderos discípulos y misioneros suyos, este domingo 24 de julio, a las 12:00 horas, en la Catedral Metropolitana. La condecoración que este año contempla a dos sacerdotes de nuestra congregación, reconoce los valiosos servicios prestados en la Iglesia en distintos ámbitos: La evangelización, la pastoral, la promoción humana, la educación católica y la caridad, especialmente en este Año de la Misericordia. El reconocimiento se llevará a cabo, como es costumbre, en el marco de la Solemnidad del Apóstol Santiago en la Catedral Metropolitana, que presidirá Cardenal Ricardo Ezzati. Mario Borello P. Mario Borello nació en Turín, Italia, el 10 de enero de 1923. Llegó a Chile como parte de la 77ª expedición misionera salesiana en 1947 y en 1952 recibió el orden del sacerdocio, bajo el lema: “Para mí la vida es Cristo”. Es licenciado en Sagrada Teología con especialización en Teología Pastoral y Catequética. Participó en el Sínodo de Obispos de Catequesis de 1977, convocado por el Papa Pablo VI y en la Tercera Conferencia de Obispos Latinoamericanos, celebrada en Puebla, México, en 1979. En los ’80 se desempeñó como ejecutivo del Departamento de Catequesis de la Conferencia Episcopal Latinoamericana y fue Director Fundador del Instituto Superior de Pastoral de Catequética “Cacheticum” y en dos periodos fue Director de la Comisión Nacional de Catequesis de la Conferencia Episcopal de Chile. Es además, autor de múltiples artículos y textos catequéticos: “Obras Catequéticas”, “La Presentación Pastoral del Credo Bautismal”, “Esta es nuestra fé”, “Somos un pueblo que celebra”, “Ven sígueme”, “Escucha nuestra oración”, entre otros. Actualmente se encuentra en la Comunidad Salesiana de Estudiantes de Teología, “Jesús El Señor”, de La Florida en Santiago. P. Mario es reconocido por su incansable labor catequética y por su entrega a Cristo por medio de los jóvenes. P. José López P. José López nació en 1930, en Pruna, un pueblo de la provincia de Sevilla, España. Realizó su profesión perpetua en 1953 y en 1956 fue ordenado sacerdote, bajo el lema: “Mostrémonos en todo como ministros de Dios” (San Pablo). Fue formador en el Teologado Salesiano en Quito y director del Hogar San Fernando en Sevilla. Llegó a Chile el 02 de julio de 1979, dejando su huella, en estos 36 años, en distintos lugares del país: En las comunidades de Macul, San Ramón, La Florida, La Gratitud Nacional, Puerto Montt, Puerto Natales. Durante nueve años entregó su servicio como Consejero Inspectorial. Actualmente desempeña sus labores como Capellán en Fundación Don Bosco, que atiente a niños, adolescentes y adultos que sufren distintos tipos de vulneración de derechos, algunos de los cuales se encuentran en situación de calle y con problemas de drogadicción. P. José es reconocido por ser un hombre alegre, humilde, sencillo, entusiasta, trabajador, piadoso y por siempre estar disponible para servir a los más necesitados. Fuente: Comunicaciones Salesianos Chile

Está disponible para sus lectores la Edición 188 del Boletín Salesiano, en su segunda versión en su etapa de edición definitiva en el mundo digital. En esta publicación de la revista de la Familia Salesiana en Chile, aborda en su tema central, el proceso que se está realizando en Chile, en vías a la elaboración de una nueva Constitución política, en el que se integrará el parecer de la ciudadanía, a través de diálogos ciudadanos, de los que también se han hecho parte los salesianos. Esta edición cuenta con un artículo relacionado con el ataque sufrido en la Gratitud Nacional, en el que se expresa la visión de la Congregación ante este hecho que conmocionó a todos los sectores del país. También, se encuentra el relato de una historia de sanación milagrosa en Iquique, la respuesta de la Congregación Salesiana ante el nuevo escenario educativo y un FotoReportaje referente al “Patio para compartir con los amigos”, una de las dimensiones oratorianas de todo ambiente salesiano. Estos son sólo algunos de los temas que los lectores del Boletín Salesiano podrán encontrar en formato digital hojeable o también en edición web, este último especial para leer en la comodidad de dispositivos móviles. Fuente: Comunicaciones Salesianos Chile  

Hacerse visibles y cercanos, acudiendo a las periferias existenciales; es lo que procuró la Familia Salesiana de Chile este año en la celebración del Día Signo. Esta habitual actividad de estudio del mensaje anual del Rector Mayor (Aguinaldo) fue reemplazada por una experiencia de misericordia, en respuesta al Año de la Misericordia que vivimos en la Iglesia y al deseo de hacer significativa a la FS fuera de los ambientes salesianos. Canción Nueva Este grupo realizó una actividad en las afueras de la Gratitud Nacional que consistió en invitar a orar a los transeúntes. Varios accedieron, algunos sólo para desahogarse, otros para pedir una bendición y algunos para orar por ellos o por alguna situación particular. Se acercaron dueñas de casa, trabajadores, jóvenes, escolares, inmigrantes y personas en situación de calle. “¿Ustedes son evangélicos?”, preguntaron los transeúntes; “No, somos católicos, de la Familia Salesiana”, respondieron, ante lo que decían: “Es raro, porque los católicos no salen a la calle”. Hijas de María Auxiliadora Las Hijas de María Auxiliadora de Santiago comenzaron una serie de visitas a sus hermanas de la Casa de Salud con la idea de acompañar, animar, orar y compartir en fraternidad. En la primera jornada se compartió la oración, la entretención y la mesa; se acompañó también a las hermanas con mayores dificultades de salud y se visitó a los enfermos del sector. Salesianos Cooperadores Los Salesianos Cooperadores de Santiago organizaron un oratorio festivo en el Centro Abierto Laura Vicuña de Lo Prado, obra animada por las Hijas de María Auxiliadora que atiende a niños y jóvenes de 6 a 17 años. La actividad contó con el apoyo de los jóvenes de las comunidades apostólicas de Salesianos Alameda. EME Las comunidades de EME Salesiano de Santiago visitaron la Casa de Reposo “Shanay Ahianay”  de la comuna de San Ramón. Unas 35 integrantes compartieron con los adultos mayores por medio de la oración, el canto y el compartir directo.

Las protestas públicas pacíficas han generado en Valparaíso la muerte de dos personas desde el año pasado, destrozos en universidades y colegios, como el Internado Nacional Barros Arana, y, en la Iglesia de la Gratitud Nacional, se ha profanado la imagen de Cristo, el máximo símbolo de la paz y el amor en nuestro país. ¿Cómo pensarnos como sociedad si miramos estos hechos?. La violencia es toda resolución, o intento de resolución, por medios no consensuados de una situación de conflicto entre partes enfrentadas, lo que comporta, esencialmente, una acción de imposición, que puede efectuarse, o no, con presencia manifiesta de fuerza física. Es siempre una consecuencia de un conflicto y un fenómeno relacional, sólo definible en función de un conjunto de variables y circunstancias (Aróstegui, 1994). Quien ejerce violencia traduce un trastorno en su naturaleza “conversante”, una deformación de la empatía que tendría que existir entre los pertenecientes al género humano. Esta puede ser modificada por ideologías o sistemas de creencias, puesto que permite, a quien abusa, justificarse o mistificar el abuso de poder y la violencia sobre sus víctimas (Barudy, 2000), o por un contexto que facilite la emergencia y permanencia de los dos sistemas mencionados. Si se ejerce violencia bajo el convencimiento de que se realiza legitimada en el bien del otro, ello es un contrasentido, pues se ha perdido el respeto por el derecho de éste a desarrollarse en la mayor libertad posible, vulnerando sus espacios. Entonces, el contexto se constituye en imprevisible en sus efectos negativos. Es lo que ha ocurrido en las protestas públicas mencionadas. No somos violentos por predisposición genética, porque el acto agresivo humano se enmarca en un nivel de complejidad distinta al del animal, donde la capacidad de actuar se genera tras la ponderación de distintas posibilidades y dominio de la presión de los impulsos biológicos (Basabe, 1981). “La violencia no se da en el ser humano sino a condición de que pueda también darse”. Es decir, si bien existe en el hombre una tendencia a la agresividad, esta es sólo la capacidad potencial de ejercer la violencia (Ey, 1969) y para transitar de agresividad a violencia se precisa una construcción cultural que transforme al otro de sujeto (a quien se le respeta su derecho y capacidad de desarrollo autónomo como persona) a objeto (a quien se percibe sólo en cuanto a que posee algo de lo que necesito apropiarme). Es decir, construir una percepción del Otro que lo menoscabe como ser humano y lo sitúe como una cosa susceptible de ser violentada. Si se habla del comportamiento violento generado como una “elección”, el contexto de posibilidades es cultural. Este condicionante de la violencia se forma gradualmente, en tiempos históricos. Por mencionar algunos aspectos, desde la niñez, instalada, por ejemplo, por la televisión que permea la interpretación del contexto instalando una imaginación posible funcional a ella (Clemente, 2012); desde la adolescencia, cuando carece de parámetros educativos cívicos y culturales amplios, pues los padres renuncian a la riqueza de su privilegio formativo