La segunda jornada del campamento comenzó con unmomento de oración, el que desafió a los niños y jóvenes a ser testimonio vivo en medio de sus compañeros de colegio, amigos y familiares.
Luego, el momento formativo profundizó en la Dimensión Antropológica explicitada en la carta de identidad del Movimiento Juvenil Salesiano. Para ello, se presentó el primer video de la serie “El Sueño Que Hace Soñar”, preparada especialmente para Campobosco.
La obra audiovisual es un trabajo conjunto entre Salesianos, Hijas de María Auxiliadora y Centro Multimedial Caetera Tolle del área de Comunicaciones de nuestra Congregación, que profundiza en el sueño que tuvo Don Bosco a los nueve años, el que quedó profundamente grabado en su mente para toda su vida.
El trabajo consistió en reflexionar sobre la palabra “MOVIMIENTO”, considerando el MJS y sus diversos grupos asociativos como un solo movimiento unido por la espiritualidad salesiana.
Karin Cañón, Asesora de ambiente y apoyo del Equipo Inspectorial de Educación, expresó que: “el Campo Bosco se ha celebrado de manera muy entusiasmada de parte de los coordinadores, jóvenes y niños. Cada día que ha pasado se ha ido mejorando en detalles y el ambiente celebrativo se siente”.
“Entre los colegios y las obras se están conociendo. Se han vinculado Salesianos e Hijas de María Auxiliadora, así que todo ha sido para mejor en cuanto a los días que van pasando”.
Algo especial de este segundo día fue que cada subgrupo por edad tuvo la oportunidad de vivir la Eucaristía, celebrándose de forma simultánea.
Durante la tarde, se vivió un momento especial de memoria agradecida y se hizo entrega de un reconocimiento a la primera generación de monitores de las Colonias Villa Feliz realizadas en 1974, génesis del MJS en Chile.
En representación de ellos estuvo el salesiano sacerdote P. Hugo Strahsburger, quien recibió un galvano de manos del Inspector, P. Nelson Moreno, símbolo de agradecimiento por lo que fue esta iniciativa que nació de Dios y del Espíritu.
Para Anaís Sanchez, de la comunidad de María Auxiliadora de Puerto Montt, la experiencia ha sido maravillosa. “Lo he pasado super bien, he conocido muchas personas, estamos realizando muchas actividades y todo ha sido muy bonito”.
Giovanni Contreras, estudiante de 15 años de Don Bosco Antofagasta invitó a otros jóvenes a vivir la experiencia del MJS.“Únanse a una comunidad y disfruten de actividades como esta, en las que lo podrán pasar muy bien y conocer a muchas comunidades pastorales de otros lugares de Chile”.
Para Freddy Araya, Coordinador Ejecutivo del Equipo Inspectorial de Pastoral Juvenil el Campobosco ha sido una verdadera fiesta de la espiritualidad juvenil salesiana en el marco de estos 50 años del movimiento juvenil.
“Ver el protagonismo de los jóvenes es una experiencia que renueva, que revitaliza. Han disfrutado a concho cada uno de los momentos de encuentro, fraternidad, animación y formación”.
La segunda jornada concluyó con un show de cierre con representación del nacimiento del MJS y la música de la banda Bosco Sonora.