El Centro Educativo Salesianos Talca (CEST) recibió la visita de Manuel Catalán, director de la Red Escuela, y Freddy Araya, encargado del ámbito de Pastoral Juvenil de la Inspectoría Salesiana, con el objetivo de fortalecer los procesos de calidad educativa y profundizar en el acompañamiento de la pastoral juvenil, desde el 21 hasta el 23 de noviembre.

Esta visita se desarrolló en el marco de las orientaciones del equipo inspectorial, que busca ofrecer herramientas y directrices, para fortalecer el ámbito educativo y pastoral, en concordancia con los valores y principios de la educación salesiana.

Durante la jornada, interactuaron con el equipo directivo, brindando orientaciones estratégicas para integrar de manera más eficaz el enfoque pastoral en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Durante estos días, se reunieron con los diferentes grupos de la obra, así como en encuentros individuales con los coordinadores de áreas y encargados de estamentos.

Participaron en la ceremonia de Titulación 2024, compartieron con los alumnos Delegados de Pastoral y el Centro General de Alumnos, con los apoderados integrantes del Centro General de Padres, con los asesores de la Pastoral Juvenil del CEST, y con los grupos de la Pastoral Juvenil de la Parroquia Santa Ana.  

En todas estas instancias se destacó la importancia de la labor conjunta entre el área educativa y la pastoral juvenil, con el fin de crear un ambiente que favorezca el desarrollo integral de los estudiantes, siempre en línea con el enfoque preventivo, legado por San Juan Bosco.

Freddy Araya enfatizó la importancia del acompañamiento, que es fundamental porque permite alinear la misión y reforzar el espíritu de red que une a todas las obras. 

"Responde a lineamientos inspectoriales y a la escucha de las comunidades locales. Estos encuentros son espacios valiosos de conexión y vinculación, donde reconocemos juntos la ruta compartida hacia una educación y evangelización de calidad, centrada en los jóvenes", puntualizó.

Asimismo, destacó la visita a Talca como un regalo personal, ya que, siendo ex alumno, regresó al lugar donde se formó como estudiante y educador. Resaltó que la obra sigue siendo un espacio de acogida, con gestos de cercanía y fraternidad, una escuela que ofrece calidad formativa y una parroquia que promueve valores y refuerza la identidad salesiana. 

Además, subrayó la importancia de la Casa Juvenil de la parroquia Santa Ana, que anima a los jóvenes a ser protagonistas de un proyecto que responde a sus necesidades y sueños.

FUENTE: Comunicaciones Salesianos