Una significativa experiencia vivieron los estudiantes de los segundos medios “Fagnano” y “Pinilla” del Liceo Salesiano Monseñor Fagnano, quienes iniciaron la semana participando en la Jornada Vocacional Amplia “Llamados para servir”, realizada en la Casa Juvenil de la ciudad. La instancia fue organizada por el Área Pastoral junto al Área de Apoyo del colegio.

El encuentro tuvo como propósito acompañar a los jóvenes en su discernimiento vocacional, invitándolos a reflexionar sobre el valor del servicio y a reconocer que Dios los llama desde su propia historia y realidad a seguir a Jesús, construyendo con Él un proyecto de vida al servicio de los demás.

La jornada comenzó con la dinámica “¿Quién soy?”, donde los participantes compartieron sus dones, cualidades y también sus límites, comprendiendo que todo lo recibido es un regalo de Dios para poner al servicio de otros. Luego, mediante la reflexión del Evangelio de San Lucas y la parábola del Buen Samaritano, descubrieron el poder transformador de la compasión y el amor al prójimo. A través de un trabajo grupal, dialogaron cómo actuarían en situaciones similares y cómo cada uno podría contribuir a ayudar a los demás.

Para fortalecer su discernimiento personal, los jóvenes participaron en un ejercicio de proyección a futuro, respondiendo preguntas como ¿Dónde me veo en diez años? y ¿Qué me gustaría hacer?, concluyendo con la redacción de una carta dirigida a sí mismos, la cual fue entregada a los monitores como signo de compromiso con su propio proceso vocacional.

Inspirados en el ejemplo de San Juan Bosco, quien dedicó su vida a servir con alegría y entrega, los participantes reflexionaron también sobre los desafíos del mundo actual y cómo pueden ser protagonistas de un cambio positivo en su entorno.

Este año, además, se profundizó en la posibilidad de seguir el camino del sacerdocio. En esa línea, se anunció la realización de futuras jornadas vocacionales denominadas “Ven y Verás”, que se llevarán a cabo en Punta Arenas y Santiago, invitando a quienes sientan este llamado a discernir con mayor profundidad su vocación.

La jornada fue también un espacio de fraternidad: los jóvenes compartieron momentos recreativos y un almuerzo preparado con dedicación por la Comunidad Mamá Margarita, integrada por apoderadas del liceo, quienes con cariño acompañaron este encuentro.

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