Instituto FMA y Caetera Tolle se unen para himno 150ª Primera Expedición Misionera
Instituto FMA y Caetera Tolle se unen para himno 150ª Primera Expedición Misionera
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"Ahora es el momento de reavivar el fuego” (cf. Maria D. Mazzarello, Carta 27). Con el fuego como elemento protagonista es que se crea este hermoso himno. Entre sus versos —en diferentes lenguas— se describe el fuego como fuente de pasión misionera y de energía que brota del encuentro con Jesús, para anunciarlo más allá de las fronteras.
El himno se presentó oficialmente en la Casa Generalicia de la FMA en Roma, por parte de la Madre General sor Chiara Cazzuola, en la apertura del trienio de preparación de los 150 años de la primera expedición misionera del Instituto FMA, el pasado jueves 14 de noviembre.
Su nombre es "Es tiempo de reavivar el fuego", canción compuesta en su letra y música, por Yinett Contreras y Sor Susana Díaz Vidal.
El cántico que se caracteriza por la multiplicidad de voces e idiomas, además de un ritmo alegre y vivaz, vio la luz gracias a las oraciones y composición de las hermanas. Para luego tomar forma, en el Centro Multimedial Caetera Tolle gracias a la participación del Director del área de audio, Pablo Chacón
Es así cómo el himno pasa a ser uno más de los bellos proyectos de colaboración entre las Hijas de María Auxiliadora en Chile y Caetera Tolle, quienes en conjunto tienen una larga trayectoria, dentro de los cuales se destacan canciones, recopilaciones y discos.
Esta canción, según expresa sor Susana Díaz, se transforma en un llamado “a despertar el fuego de la misión, característica peculiar de nuestra identidad carismática salesiana.”
Además de ser un mensaje cargado de gracia e historia, así cuenta Yinett Contreras, una de las compositoras,“las dos queríamos expresar que el fuego es esta relación íntima con Jesús, que cada una de nosotras cultiva”.
“Esto nos llevó a pensar cómo este mismo fuego marcó el sueño misionero de Don Bosco y también de Madre Mazzarello, que abrazó el gran deseo de venir a América, y cómo este mismo fuego empujó a las hermanas a emprender su primer viaje misionero y a dar testimonio”.
Para Pablo, Productor del himno, ser parte de este proyecto fue muy gratificante. Fueron cuatro días de trabajo con dedicación y cariño, “es una canción que genera regocijo y ternura. Es un llamado a no reprimir nuestras ganas de amar, te invita a sentir y a vivirla de manera alegre, es una verdadera experiencia auditiva…”