Jueves Santo: Liturgia de fe en Salesianos Alto Hospicio
En el marco de la Semana Santa, el Colegio Santo Domingo Savio de Alto Hospicio vivió una jornada litúrgica con motivo del Jueves Santo, fecha en que se conmemora la Última Cena de Jesús con sus discípulos. Las celebraciones fueron presididas por el P. Luis Flores, asesor pastoral del colegio, y el P. Juan Paredes, párroco de Nuestra Señora de la Paz.
La jornada estuvo marcada por una activa participación de los estudiantes, quienes fueron protagonistas de cada una de las celebraciones, adaptadas especialmente para cada etapa escolar.
Los más pequeños vivieron una experiencia cercana y simbólica en torno al gesto del pan compartido. Reunidos alrededor de una mesa especialmente preparada para la ocasión, recordaron cómo Jesús partió el pan con sus amigos, enseñando la importancia de la fraternidad y la alegría de compartir.
Para los estudiantes de Enseñanza Básica, la reflexión giró en torno al gesto del lavado de los pies, uno de los momentos más significativos de la Última Cena. A través de una dramatización y una reflexión guiada, se invitó a los niños y niñas a descubrir el valor del servicio humilde como expresión del amor verdadero que nos propone Jesús.
Los estudiantes de Enseñanza Media participaron en una liturgia más introspectiva, centrada en la fracción del pan y la entrega generosa. En un ambiente de recogimiento, compartieron una oración, escucharon la lectura del Evangelio y participaron de un gesto simbólico inspirado en las palabras de Jesús: “Hagan esto en memoria mía”. La celebración concluyó con un momento de silencio orante, preparando el corazón para vivir el Triduo Pascual.
En las tres celebraciones, alumnos de Enseñanza Media representaron teatralmente a Jesús y sus discípulos, dando vida a los pasajes evangélicos y acercando el mensaje a toda la comunidad educativa. Al finalizar cada liturgia, los representantes de pastoral de cada curso se acercaron al altar con la caja solidaria que, durante el tiempo de Cuaresma, fue utilizada para recolectar donaciones. Luego, compartieron jugo de uva –símbolo de la sangre de Cristo– y una bandeja con panes de anís que posteriormente fueron llevados a los cursos para ser compartidos.
