En el patio Centenario del Liceo Camilo Ortúzar Montt de Macul (COM) se colocó un atril, micrófono y un mensaje simple: cuéntanos algo bueno.

Inicialmente, pocos interactuaron, pero la curiosidad inicial cedió paso a la participación. Pronto, el micrófono vibró con voces jóvenes. La propuesta se transformó en experimento social; lo auténtico superó lo extraordinario.

Diversos participantes compartieron experiencias. Incluso una tía PIE compartió una historia emotiva, donde finalmente el patio se convirtió en espacio de encuentro.

La dinámica generó impacto emocional. Se percibió confianza, espontaneidad y afecto entre los presentes.

Intervenciones, gestos y emociones quedaron registradas en video. Este registro prueba que al dar espacio, las palabras florecen.

El COM abrió un micrófono, un puente para lo positivo y humano. A veces, decir algo bueno basta para cambiar el día.

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