Mirar la realidad con ojos juveniles

El mundo observa a una juventud cada vez más comprometida socialmente, y la Familia Salesiana, que desde sus orígenes ha promovido su manifestación, tiene mucho que aportar en su apoyo y formación. Los jóvenes chilenos llegaron al gobierno. Irrumpieron en la historia quebrando tendencias electorales y tradiciones políticas.

Aunque ya se podía intuir una activa participación juvenil en la vida pública desde la llamada “Revolución Pingüina” de 2006 y un entusiasmo en las urnas tras el Plebiscito de 2020, muy pocos pensaron que el arribo de esa generación a La Moneda sucedería a un ritmo tan acelerado.

Y se nos apareció marzo 2022. Un mandatario saliente, Sebastián Piñera, de 72 años, debe entregar el mando a un presidente electo a quien dobla en edad, Gabriel Boric, de 36 años.

Una generación de servidores públicos y partidos políticos que detentaron el poder por décadas en Chile están al borde de la desaparición y deben dejar espacio a nuevos actores.

Esta nueva “camada” de protagonistas del poder despierta el entusiasmo de muchos adultos, que ven en ella una esperanza para conseguir aspiraciones y justas reivindicaciones anheladas por tantos años.

También existe otro buen número que aún observa con reticencia la irrupción de una fuerza juvenil que apareció en escena más rápido de lo esperado. Este mismo grupo teme -equivocados o no- que los sueños de una juventud empoderada puedan traer más complicaciones que soluciones a las necesidades del país .

Son los jóvenes los que tienen ahora la palabra. Les tocará recibir y responder a las críticas, espantar los miedos y demostrar que pueden llevar adelante la misión encomendada. Tienen la voz, el voto… y el poder.

Un cambio mundial

El compromiso juvenil en política y asuntos de Estado no obedece solo a un cambio cultural nacional, más bien es una tendencia global, en la que se acentúa cada vez más un recambio generacional de ideas y formas, que se traduce en nuevos líderes políticos.

Junto con su mayor participación, los jóvenes han dotado de importancia asuntos que generacionalmente les resultan relevantes, visibilizando temáticas como los derechos de las mujeres, ecologismo e inclusión.

El investigador Ignacio Mejías, en su obra Protagonistas y espectadores. La juventud como espejo de los cambios sociales y como motor de los mismos, señala que los jóvenes actuales pertenecen a una generación que tiene más interés, ya que “hay una enorme desafección institucional y quieren coger en sus manos las riendas de la situación”.

El autor señala que las experiencias desfavorables vividas en sus entornos cercanos los incitan a intervenir activamente y querer cambiar sus realidades a través de una participación que, en parte, rechaza aquellas prácticas e instituciones que mantienen el statu quo.

Ciberactivismo

Las nuevas tecnologías tienen un papel fundamental, sobre todo las redes sociales, en la conformación del rol político y activismo juvenil. A través de plataformas digitales se informan y comprometen con diversas causas, canalizando ideas y estilos de vida a través del ciberactivismo.

La participación en redes es importante, porque promueve, al mismo tiempo, el involucramiento fuera de lo digital, ya que mediante estas herramientas se levantan temas, posiciones e informaciones que finalizan en la concreción formal de ideas.

Para el investigador español Francisco Sierra, en el ciberactivismo se pueden “hallar las claves de nuestro tiempo para comprender la política contemporánea. Una forma mediatizada tecnológicamente, que hace relevante para el análisis social el rol de la red de relaciones y las formas de acción colectiva que tienen lugar con las nuevas tecnologías”

Además, sostiene que este concepto es importante y llama siempre a la organización, ya que “como movimiento social se proyecta en el espacio público al definir su diferencia y hacer visible su reivindicación, indistintamente en la calle o en la red. La frontera entre lo virtual y lo real es un reto de producción de la ciudadanía en la crisis de representación”.

Un compromiso real

Una de las áreas donde los jóvenes han demostrado mayor compromiso mundial es en el cuidado medioambiental, y en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), celebrada en Glasgow en noviembre de 2021, jugaron un rol fundamental.

Como parte de la preparación al evento se realizó el Youth4Climate, el cual reunió a jóvenes activistas climáticos de más de 190 naciones. El propósito fue la redacción de un documento que recogió sus propuestas en materia climática.

Además, se realizó la Conferencia de la Juventud para el Cambio Climático de las Naciones Unidas (COY16), donde se desarrollaron plenarias, conferencias, debates y talleres encaminados a la creación del Global Youth Statement.

Tras el evento principal, casi 200 países firmaron el Pacto Climático, donde se comprometieron a mantener vivo el objetivo de 1,5 grados Celsius, reducir el uso de carbón, deforestación y aumentar la financiación a los países en desarrollo para la adaptación y mitigación del cambio climático, entre otros.

Comunidad global

Según un estudio de Unicef, publicado en noviembre de 2021, los jóvenes no se sienten solo parte de sus países, sino de una comunidad global que es propiciada por internet, mediante la cual comparan sus realidades y apuntan a objetivos similares.

Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef, comentó que “en comparación con las generaciones anteriores, los jóvenes del mundo siguen teniendo esperanza, una mentalidad mucho más abierta y están decididos a lograr que el mundo sea un lugar mejor. Están preocupados por el futuro, pero se ven a sí mismos como la solución”.

El ímpetu por involucrarse en decisiones políticas y espacios institucionales significa un complemento al activismo digital juvenil, quienes ven las formas clásicas de participación no como materia inaccesible o menos legítimas, por el contrario, como espacios a resignificar.

Así es como en diversos países, además de Chile, se empieza a demostrar que los jóvenes no se quedan solo en redes sociales y, en contraste, levantan candidaturas y representantes ante la política tradicional. De esta forma, importantes naciones del mundo, como Francia, Nueva Zelandia, Finlandia o Austria han elegido como jefes de Estado a menores de 40 años.

Familia Salesiana y carisma juvenil

En este contexto, en el que los jóvenes se han transformado en protagonistas de la vida pública chilena, la Familia Salesiana —poseedora del carisma juvenil desde sus orígenes— tiene mucho que decir.

Tres jóvenes salesianos sacerdotes analizan este fenómeno y entregan algunas claves y llamados a la acción.

El P. Eduard Rojas, sdb, señala que “los jóvenes nos han hecho soñar, salir de nuestras comodidades. Nos han movilizado en temas como la educación, pensiones, salud… Ellos recogieron un anhelo de cambio y lo hicieron parte fundamental de su propuesta de transformación social”.

“Las vías por las cuales quieren llegar a esa transformación no es la violencia, sino la participación en la vida pública. Los jóvenes tienen claro que el poder ya no se debe entender como una dominación para mantener estructuras”, agrega.

Por su parte, el P. David Rivera, sdb, destaca que el hecho de que “una persona joven esté a la cabeza de este proceso y, que hayan sido los mismos jóvenes los que hicieron posible esta elección, es muy importante. Es, sin duda, una realidad en la que Dios nos quiere hablar. No podemos hacer oídos sordos a lo que pasa, porque ha sido un quiebre en la historia de Chile. Ahora nosotros tenemos que hacernos cargo”, señala.

En tanto, el P. Osvaldo Valenzuela, sdb, hace hincapié en las nuevas formas de liderazgo que plantean los jóvenes. “Ellos creen más en un liderazgo comunitario que en uno individual y personalista. La función del líder –desde sus miradas– es más bien la de sumar, involucrar y empoderar a las demás personas. Están buscando líderes que sean capaces de reconocer cuando se equivocan, que no se consideren a sí mismos como sabedores o expertos de todas las materias”.

¿Qué deberíamos hacer como Familia Salesiana?

Los jóvenes sacerdotes salesianos concuerdan en que se debe involucrar mucho más a los jóvenes, no sólo en procesos de escucha, sino también en la toma de decisiones dentro de la orgánica educativo-pastoral salesiana.

“Que los jóvenes asuman responsabilidades importantes está en el ADN salesiano y en el origen del pensamiento de nuestro fundador”, apunta el P. Osvaldo Valenzuela. “Basta recordar que los primeros directores de obras salesianas nombrados por Don Bosco tenían 22 y 23 años, y que incluso la misma Congregación Salesiana fue fundada por ellos”, agrega.

Una apreciación similar tiene el padre Eduard Rojas. “En nuestro espacio educativo debemos propiciar el diálogo desde la lógica del respeto y del reconocimiento, y promover estructuras de poder en nuestros colegios, parroquias y presencias que permitan entender este poder como un atributo para encontrarnos con los demás”, comenta.

Agrega que como Familia Salesiana debemos “acompañar los procesos que viven los jóvenes. Es decir, que cada uno de nosotros pueda conocer, estudiar, ver y tener una opinión sobre lo que los jóvenes están haciendo en este momento. La Familia Salesiana debe aprender a mirar la realidad con los ojos de los jóvenes”.

Finalmente, el P. David Rivera cree que como Familia Salesiana “debemos apoyar a los jóvenes cuando se manifiestan en iniciativas que son para el bien de toda la sociedad. Además, debemos cuestionar nuestra praxis: ¿Qué estamos haciendo para fomentar este tipo de iniciativas? Este período va a ser gobernado por mucha gente joven y nosotros como salesianos tendremos que seguir trabajando para ser parte de este proceso”.

Y añade: “Me gustaría que en un futuro, en 10 años más, tengamos a un salesiano, a un joven exalumno que esté en los lugares de decisión. Es lo que Don Bosco quería: buenos cristianos y honestos ciudadanos. Es decir, personas insertas en la sociedad con una mirada cristiana. Hoy se abre una posibilidad y tenemos el deber de dar a conocer esa mirada”.

Casos mundiales de líderes políticos jóvenes

Sebastian Kurz

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Asumió dos veces como canciller de Austria, la primera de ellas con 32 años. Actualmente tiene 35.

Giacomo Simoncini

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Profesor de Química de 26 años, elegido en octubre de 2021 capitán regente de San Marino. Es el jefe de Estado más joven del mundo.

Oleksiy Honcharuk

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Primer ministro de Ucrania, tiene 37 años de edad. Llegó al poder con 35, en agosto de 2019.

Vjosa Osmani

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Jurista reformadora y actual presidenta de Kosovo. Fue elegida presidenta en abril de 2021 con 38 años.

Sanna Marin

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Primera ministra de Finlandia, tiene 36 años. Asumió en diciembre de 2019, siendo la primera ministra más joven del mundo.

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