Intervención formativa: Construyendo respeto y buena convivencia

Los estudiantes del 6°C del Liceo Camilo Ortúzar Montt vivieron una intervención formativa que invitó a reflexionar sobre cómo los jóvenes se comunican entre sí, poniendo especial énfasis en el respeto y en el tono con que expresan sus palabras. Más que una charla, fue un espacio de encuentro y aprendizaje que buscó fortalecer la amistad y la convivencia diaria. La actividad estuvo guiada por Marcela Maturana, Encargada de Prevención de Abuso y Buen Trato, y por Graciela Ortiz, psicóloga; ambas del equipo de Coordinación de Apoyo.

La iniciativa surgió a partir de observaciones realizadas en conjunto con los profesores jefes, donde se detectaron dificultades en el lenguaje y en la forma de relacionarse. Frente a esto, se decidió abrir un espacio de reflexión y aprendizaje que permitiera a los estudiantes reconocer la importancia de hablar con respeto y construir un ambiente positivo.

Graciela Ortiz compartió que: “Hemos realizado últimamente varias intervenciones en cursos básicos, abordando diferentes dinámicas que se han ido pesquisando. En el caso de 6°C vimos que era necesario trabajar cómo se expresan las cosas, tanto en el lenguaje como en el tono. Los estudiantes han tenido una muy buena recepción: participan, preguntan, reflexionan y terminan con una conclusión final y un compromiso para ellos y para su curso.”

La psicóloga destacó que estas instancias no solo se quedan en el aula: “Los apoderados también están siendo informados vía correo y reciben una pauta de reflexión para trabajar en casa. Queremos que esto trascienda el colegio y que las familias también puedan ser parte de este proceso de mejora en la convivencia.”

Por su parte, Marcela Maturana Salas valoró la participación de los estudiantes y el impacto de estos espacios: “Este fue el último de dos talleres que realizamos como Coordinación de Apoyo, y en especial en este curso era necesario intervenir para que el trato entre ellos mejore. Es un buen curso, con estudiantes receptivos que desean cambiar y mejorar. Aunque algunos son más difíciles que otros, todos mostraron disposición y apertura para recibir el mensaje. Lo importante es que comprendan que el respeto es la base de la convivencia.”

Al ser consultada sobre el mensaje que dejaría a los estudiantes, Marcela enfatizó: “Sé amable, respeta y trata a los demás como te gustaría que te traten. Vamos a crear un ambiente positivo.”

La intervención incluyó actividades prácticas, ejemplos cotidianos y espacios de diálogo donde los estudiantes expresaron sus ideas y emociones. Según Graciela, lo más valioso es que los niños logran definir conceptos que muchas veces no conocen en profundidad, y se comprometen a aplicarlos en su vida diaria.

Estas acciones forman parte de un trabajo constante que se ha extendido a otros cursos de primero y segundo básico, siempre adaptándose a las necesidades de cada grupo. El objetivo es claro: prevenir conflictos y promover un ambiente escolar seguro, respetuoso y acogedor.

El respeto no es solo una norma, es una forma de construir amistad, confianza y seguridad. Cada palabra tiene poder, y en el COM seguimos trabajando para que nuestros estudiantes aprendan a usarlas para construir y no para herir.

Tal como nos recordaba Don Bosco: “La base de la educación es cuestión del corazón.”

Con cada palabra y cada gesto, nuestros estudiantes aprenden que el respeto y el buen trato son la mejor manera de crecer juntos, como curso y como familia salesiana.

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