La Casa Grande del Colegio Salesiano Valparaíso fue el escenario de un emotivo reencuentro. Un grupo de exalumnos, liderados por Sergio Olguín y acompañados por su querido profesor jefe, Santiago López, regresaron a su colegio para celebrar los 40 años desde su egreso, en una jornada cargada de memorias, emociones y gratitud.
El recorrido comenzó en la portería del colegio, donde fueron recibidos cálidamente por el Coordinador Técnico Profesional, Abelardo Ahumada, quien los acompañó en un recorrido por los renovados espacios educativos de la casa salesiana. Mientras caminaban, se mezclaban recuerdos de su época estudiantil con el asombro por los avances en infraestructura que han dado vida a esta Casa Grande, fiel al legado de Don Bosco.
Uno de los momentos más significativos fue la oración en la Capilla Juvenil, donde conmovidos elevaron plegarias por aquellos compañeros que han partido a la Casa del Padre, manteniendo viva su memoria y el espíritu salesiano que los une. Posteriormente, visitaron sus antiguas aulas, donde las anécdotas, las travesuras y las risas del pasado llenaron nuevamente los espacios.
El recorrido culminó en el Patio de Honor, eterno punto de encuentro para generaciones de estudiantes salesianos. Allí, con profunda emoción, entonaron el Himno del Colegio, uniendo sus voces como si el tiempo no hubiese pasado, reafirmando el sentido de pertenencia y el orgullo de ser salesianos.
Como gesto conmemorativo, el Coordinador Técnico Profesional entregó a cada exalumno una chapita conmemorativa de los 130 años de la Casa Grande. Este símbolo, recibido con cariño, representa el vínculo eterno con su colegio, que trasciende generaciones.
Este reencuentro es una prueba del profundo impacto que tiene la formación salesiana en la vida de quienes pasan por sus aulas. Don Bosco sigue presente en sus corazones, inspirándolos a ser buenos cristianos y honrados ciudadanos, siempre fieles al espíritu de familia y comunidad que define nuestra obra educativa.