En un emotivo encuentro cargado de símbolos y sentimientos, diversos estudiantes de Cuartos Medios de la Generación 2024 del Colegio Santo Domingo Savio de Alto Hospicio participaron en su última Eucaristía estudiantil. Este evento, realizado en el marco de reconocer la trayectoria en el establecimiento de los alumnos que llevan mas de 8 años años en la casa de estudio, marcó el cierre de una etapa llena de aprendizajes, desafíos y valores salesianos.
La ceremonia fue presidida por el padre José Toledo, director de la presencia salesiana de Tarapacá, quien junto a docentes, apoderados y estudiantes, generó un ambiente de recogimiento y agradecimiento.
El propósito central de esta Eucaristía fue rendir gratitud a Dios por los años compartidos en la institución, recordando los valores inculcados y el crecimiento integral de los alumnos. Signos de la trayectoria estudiantil Durante la celebración eucarística, se destacaron elementos representativos como la corbata e insignia, símbolos que acompañaron a los estudiantes a lo largo de su formación y que reflejan el espíritu salesiano que los guio en este viaje académico y personal.
En su homilía, el padre Toledo enfatizó la importancia del perdón y la reconciliación, invitando a los presentes a construir relaciones basadas en el respeto y la paz.
“Hoy, más que nunca, valoramos los años vividos en este colegio que nos ha formado no solo como estudiantes, sino como personas de bien, con un espíritu salesiano que llevaremos siempre con nosotros”, expresó Benjamín Rojas Contreras, estudiante de Cuarto Medio, al reflexionar sobre su experiencia en la institución.
Maritza Contreras, profesora de especialidad, compartió con emoción su perspectiva: “Es un privilegio haber visto su crecimiento durante estos años".Sé que cada uno de ustedes enfrentará nuevos desafíos con la fortaleza y los valores que adquirieron aquí. Estoy orgullosa de sus logros y de lo lejos que han llegado”.
Para muchos estudiantes, el colegio no solo fue un lugar de aprendizaje académico, sino también un hogar donde construyeron amistades sólidas y forjaron un carácter íntegro. Esta conexión se hizo evidente en la ceremonia, donde la comunidad educativa se reunió en un clima de fiesta y alegría para despedir a una generación que deja un legado de esfuerzo y dedicación.