Día de la Tierra: valorizar la creación de Dios

Día de la Tierra

EDICIÓN INTERACTIVA

Comprender la magnitud de la Tierra, nuestro planeta y hogar en común con miles de millones de personas y organismos vivientes, resulta difícil por una sencilla razón: la distancia sobre el horizonte que podemos alcanzar visualmente tiene un límite máximo de 40 kilómetros. Los 6.000 millones de extensión que tiene el cuerpo celeste que habitamos es, por lo tanto, algo muy complejo de abordar.

Si a esto sumamos las dimensiones oceánicas, de cumbres y montañas, los múltiples climas, hábitats, reinos de la naturaleza y ecosistemas, nos encontramos con una cantidad de información interrelacionada muy difícil de procesar.

El Día de la Tierra surge como una opción para generar conciencia sobre el impacto que como humanos tenemos sobre la biodiversidad y la responsabilidad ambiental que conlleva nuestra existencia y expansión. Reconocer el entorno es el primer paso para la conservación.

¿Existen avances?

El planeta y sus seres vivos han sufrido fuertes daños provocados por la acción de las personas, como derrames de petróleo, incendios forestales, contaminación y disminución de flora y fauna. Científicos y organizaciones como el Fondo Mundial para la Naturaleza ya hablan de una “sexta extinción masiva”, la que, a diferencia de los eventos anteriores causados por fenómenos naturales, se debe netamente a la actividad humana.

Gracias a la concientización y propuestas de iniciativas como el Día de la Tierra se ha logrado, por ejemplo, que muchas empresas cambien su forma de hacer negocios a una manera más verde, evitando el gran impacto por emisiones de CO2 e impulsando acciones como el reciclaje en consumidores.

Autoridades políticas han establecido límites y regulaciones en relación a la contaminación y activistas y científicos cada día realizan más estudios para informar a la población sobre la importancia de conservar la biodiversidad.

En el caso chileno, la Ley 21.100, conocida como “Chao bolsas”, es una de las acciones más concretas. Según el Ministerio del Medio Ambiente, hasta 2019 se usaban 3.400 millones de bolsas plásticas al año, equivalente a un consumo de 200 anuales por persona. Desde el funcionamiento parcial de esta norma se evitó la entrega de alrededor de 4.800 millones de unidades, equivalente a 35 mil toneladas de plástico.

La disminución de estas bolsas trajo, además, efectos secundarios positivos no cuantificados, como la disminución de las emisiones de GEI asociadas a su fabricación, transporte y manejo.

Nuestro compromiso

Durante la conmemoración del Día de la Tierra de 2023, el Papa Francisco nos instó a ser activos del cuidado de nuestra Casa Común, ya que “el Libro del Génesis nos dice que el Señor encomendó a los seres humanos la responsabilidad de ser guardianes de la creación”.

Posteriormente, en sus redes sociales, el Sumo Pontífice complementó que, “por eso, el cuidado de la Tierra es una obligación moral de todos los hombres y mujeres como hijos de Dios”, por lo que es necesario “invertir en una economía verde, ya que es el único camino hacia un futuro saludable, próspero y justo”.

Nuestra Congregación, atenta a las necesidades ambientales de las comunidades y siguiendo los lineamientos de la Iglesia, tiene entre sus prioridades promover la conciencia, cuidado y amor por la creación de Dios.

Los colegios de nuestra red educativa, en conjunto, desarrollaron más de 50 actividades medioambientales durante 2023, donde se han involucrado positivamente con sus entornos, comunidades y agentes externos, como empresas y organismos públicos. Además, varios de ellos han comenzado procesos de certificación medioambiental e implementado nuevas tecnologías para entregar una educación integral y responsable.

EDICIÓN INTERACTIVA

Comisión Inspectorial de Medio Ambiente (CIMA)                                                         

Deja un comentario