Un retorno en fricción

two hands giving a fist bump 

El inicio del año escolar y retorno a la presencialidad en los colegios chilenos ha estado marcado por nuevas problemáticas, por ejemplo, los numerosos casos de violencia que se registran dentro y fuera de los espacios educativos, y nuestra Red de Escuelas no ha sido la excepción.

Los años de pandemia, confinamiento y clases online dejaron heridas profundas en dos pilares fundamentales del crecimiento de niños y jóvenes: su aprendizaje y salud mental, los cuales demorarán años en recuperarse, según estiman expertos.

Nuestra Congregación está al tanto de la difícil situación que viven sus comunidades educativas pastorales y, por ello, ha dispuesto todos sus esfuerzos en acompañar y asesorar a equipos directivos, docentes y estudiantes, en un Plan de Gestión Socioemocional, el cual busca mejorar el ambiente de las escuelas a través de actividades que tengan como base el Sistema Preventivo de Don Bosco.

Reconstruir las confianzas

El Plan de Gestión Socioemocional surgió a partir de los lineamientos que el Ministerio de Educación exigió para 2021. Hasta esta edición, se han realizado cuatro asesorías que recogen la preventividad en los diferentes ambientes de la escuela.

Para Leonardo Moraga, asesor de Ambiente y Apoyo del equipo de Educación de la Congregación, “es necesario que el patio, sala de clases, alrededores del colegio, capilla, hall de acceso estén acompañados, convirtiendo todos los espacios en ambientes sanos y seguros”.

En 2021, el equipo visitó de manera presencial tres colegios que llevaban adelante una educación híbrida (Valparaíso, Catemu y Alameda) y se concluyó que los jóvenes estaban más reflexivos, “que tenían ganas de estar allí”, pero eso cambió este 2022, ya que “los estudiantes llegaron estableciendo otra relación con sus compañeros”.

“Había reacciones que no se habían visto nunca en la escuela, acciones exacerbadas de los estudiantes, resolución de conflictos de manera agresiva. En algunos casos habían empezado a llegar con armas blancas y eso a los educadores les sorprendió mucho. En ese sentido, fue mirar a un estudiante distinto”, agrega.

Rubén Montecinos, encargado de Convivencia Escolar y coordinador de Actividades Curriculares de Libre Elección (ACLE) del Colegio Salesiano de Linares, confiesa que han sido meses complejos, pero que “de a poco se ha ido avanzando con distintas estrategias, trabajando articuladamente entre las áreas de ambiente, apoyo y convivencia escolar”.

Su comunidad comenzó a abordar el Plan de Gestión Socioemocional con los profesores. “Lo que más se ha visto es el escaso manejo de la frustración, la poca sociabilidad entre estudiantes, las pocas herramientas para solucionar conflictos, que antes eran cotidianas, pero que hoy, como los jóvenes tienen problemas para reconocer sus emociones, explotan inmediatamente”.

Cree que uno de los desafíos más grandes lo tendrán los apoderados, porque “ellos no tuvieron esta transición híbrida de perfeccionamiento que tuvimos nosotros los profesores. Tuvieron que ser autodidactas y muchos aprendieron desde sus hijos”

A pesar de que el retorno estuvo lleno de complicaciones, Rubén mantiene una visión positiva, “los conflictos son para crecer y aprender, para ver si estamos realmente preparados o no y, como decía Don Bosco, toda casa tiene sus propios problemas internos, pero lo importante es saber que estamos reconociendo y contextualizando nuestras prácticas para los jóvenes”.

“El trabajo es compatibilizar el retorno a la presencialidad con esta nueva personalidad de los estudiantes y sus familias, porque, finalmente, somos esta casa que acoge con cariño. Los estudiantes antiguos y nuevos deben recordar que esta es una casa que los quiere y que quiere lo mejor para ellos”, complementa Leonardo Moraga.

Una sana convivencia

Por tradición, abril es el mes de la convivencia escolar, en el que se realizan diversas actividades que potencien ambientes sanos y seguros.

La comunidad de Salesianos Linares comenzó con el día en contra del maltrato escolar y ciberacoso, en el que socializaron información a padres, apoderados y estudiantes sobre lo que es conflicto y lo bueno de saber solucionar un problema de manera dialogada.

Celebraron el día mundial de la actividad física, elemento para transmitir el buen convivir, trabajo colaborativo, empatía, saber ganar y perder; y la primera jornada de inclusión y equidad de género.

Para los más pequeños, desarrollaron una jornada de convivencia escolar desde el respeto, empatía y solidaridad, con acciones desarrolladas por los psicólogos del colegio. “Sin duda que este año es primordial enfocarnos en la parte emocional de los niños”, expresa Rubén.

Mirar el futuro con fe

Aunque el presente no sea prometedor, tanto Leonardo como Rubén creen que las comunidades educativas salesianas de nuestro país poseen lo necesario para salir adelante de este difícil momento.

“Creo que el mensaje del Rector Mayor de este año, ‘hacer todo por amor y nada a la fuerza’, es la receta para acercarnos a los muchachos. Creo que el colegio tiene las herramientas necesarias y la estructuración de la Congregación permite un acercamiento con las familias y eso es fundamental”, expresa Rubén.

Leonardo concluye afirmando que “nos costará bajar la ansiedad de los estudiantes y sus familias. Será difícil, pero creo que llegaremos al norte. Queremos estar con todos y avanzar juntos. Haciendo la asistencia que podemos para seguir formando buenos cristianos y honestos ciudadanos”.

Por Karina Velarde, periodista

Deja un comentario